LOS DOMINGOS COCINO YO: SOPAS

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El consomé por definición es un caldo concentrado elaborado con carnes que se clarifica al final de la cocción para que quede transparente y sin impurezas. Es un plato típico de la cocina francesa aunque parece ser que es una receta española "robada" durante la guerra de la Independencia y que se adapto a los caldos franceses conocidos como consommé que eran unos caldos concentrados. El nombre español, ya perdido, del consomé era el de consumado.

Dos aspectos identifican al consomé y al caldo. El primero es que el caldo, con el que se realiza el consomé, debe ser un caldo muy concentrado de carne (también de pescado o verduras), pueden ser de diversas carnes, elaborado a fuego lento durante bastante tiempo para conseguir todo el sabor. El segundo es que posteriormente a este proceso el caldo resultante debe ser clarificado de una forma minuciosa para obtener el máximo de sabor de las carnes, hierbas aromáticas y especias empleadas y sin ningún tipo de impurezas.

En esta ocasión he aprovechado que hoy he realizado un cocido típico de mi tierra en el que la elaboración se realiza en olla tradicional, con una cocción que prácticamente nos lleva toda la mañana, en el que usamos distintas carnes y en el que conseguimos un sabor bastante potente.

No voy a detallar la elaboración del cocido, ya tenemos la receta en este mismo blog, pues podemos realizar nuestro consomé con cualquier otro caldo de esas características que realicemos. Solo voy a detallar el proceso de la clarificación en el que deberemos preparar la "clariz" y tendremos que ser bastante minuciosos en toda la realización de este proceso.

Espero que os guste.

Ingredientes (4 raciones):

1 litro de caldo de carne (en este caso de cocido)

Y para la clariz: 1 zanahoria, 1 trocito de puerro, 1 tomate, 1 puñado de carne desmenuzada de la que hemos realizado el caldo, 1 clara de huevo y 3 o 4 cubitos de hielo. Necesitaremos también unas bolitas de pimienta negra, perejil, perifollo o cualquier otras hierbas aromáticas que nos puedan interesar en ese momento.

Preparación:

Una vez que está realizado el caldo lo colamos en una olla distinta.

Cortamos la zanahoria, el puerro y el tomate en paisana (trozos de similar tamaño pero cortados de forma irregular y de un tamaño en esta ocasión de 1 cm. aproximadamente).

Separamos la clara de la yema (solo vamos a utilizar la clara)

Elaboración:

En un bol mezclamos las verduras cortadas con la clara de huevo, la carne desmenuzada y los cubitos de hielo y removemos bien para integrar todos estos ingredientes. Hemos preparado la clariz

El caldo que hemos colado lo ponemos de nuevo en el fuego, a fuego lento, y añadimos entonces la clariz y removeremos suavemente hasta alcanzar una ebullición lenta dejando cocer durante 20 minutos.

Terminada esta cocción procederemos a filtrar cuidadosamente el caldo resultante en un chino en el que habremos colocado dos paños superpuestos y humedecidos (podemos añadir pimienta negra en grano, perejil, perifollo....) vertiendo el líquido cuidadosamente con una cuchara para que quede limpio. Una vez filtrado dejamos reposar y quitamos cuidadosamente la grasa de la superficie. Serviremos bien caliente y si lo queremos conservar enfriamos el consomé obtenido lo más rápidamente posible y procedemos a su conservación teniendo en cuenta que lo podemos tener como máximo 3 o 4 días en el refrigerador y 2 o 3 meses en el congelador.

Presentación:

El consomé se suele servir al principio de las comidas en una taza con asas y se puede acompañar con un chorrito de vino de Jerez y también con una yema de huevo, o en esta ocasión con una "pelota" (albóndiga de carne que hemos preparado junto con el cocido)

Listo.

ALERGENOS: HUEVO, APIO

Como siempre, me gusta probar cosas nuevas y hacer pruebas con ingredientes y combinaciones que en un principio me resultan curiosos. En esta ocasión he querido probar el sabor resultante de esta combinación ya que la elaboración resulta de lo más sencilla, saltear el calamar, sofreir las alcachofas y calentar el caldo de carne. No tiene ningún misterio.

Es una receta que vi por televisión y los ingredientes son los que se me quedaron en la memoria, no se si hay alguno más pero eso no importa. Es cierto que en esa receta no utilizaban caldo de carne sino consomé de carne con una elaboración muy prolongada que no es factible de realizar en casa y tampoco es fácil encontrar un buen consomé ya elaborado en las tiendas.

El caso es que lo que me llamó la atención fue la utilización del té verde infusionado con el caldo y eso es lo que he querido probar.

Cuando te echas la primera cucharada en la boca notas un sabor extraño, un sabor al que no estamos acostumbrados pero que poco a poco vamos asimilando y terminas por repelar el plato buscando el ultimo sorbo del caldo. Delicioso.

Me gustaría refinar un poco más esta receta y añadir alguna cosita a la misma y también me gustaría hacer el corte de las tiras de calamar algo más finitas como si fuesen unos espaguetis. La próxima vez lo conseguiré.

Espero que os guste.

Ingredientes (4 raciones):

1 calamar grande, 4 alcachofas, 750 ml. de caldo de carne, 3 bolsitas de té verde, aceite de oliva, 1 cucharada de mantequilla, 2 limones, sal y sal en escamas.

Preparación:

Limpiamos bien el calamar y cortamos el cuerpo en tiras lo más finas posibles.

Pelamos las alcachofas, limpiamos el corazón de las mismas y los cortamos en láminas lo más finas posibles. Inmediatamente sumergimos en agua donde hemos escurrido el zumo de un limón. Reservamos.

Elaboración:

En un cazo ponemos a calentar el caldo de carne y ponemos a infusionar en el las bolsitas de té verde.

En una sartén con unas gotitas de aceite de oliva salteamos las tiras de calamar durante no más de 30 segundos. Echamos un poquito de zumo de limón y añadimos a la sartén al final un poco de mantequilla y mezclamos todo bien. Sacamos y reservamos. Esta operación la podemos realizar en varias veces para que nos sea más fácil el salteado del calamar.

En otra sartén calentamos abundante aceite y cuando esté bien caliente añadimos las láminas de alcachofas que previamente hemos escurrido y secado y hemos sazonado ligeramente. Cuidamos de que no se nos quemen demasiado y cuando comiencen a dorarse sacamos y escurrimos bien de aceite.

Presentación:

En cada plato ponemos en el centro las tiras de calamares formando una especie de pirámide. Sobre ellos añadimos las alcachofas y por el lado añadimos el caldo infusionado que habremos colado para evitar al máximo impurezas. Sobre los calamares y alcachofas espolvoreamos un poquito de sal en escamas.

Listo.

ALERGENOS: MOLUSCOS, APIO, LACTEOS

Desde luego que este plato no tiene una gran presentación, no tiene ninguna técnica ni elaboración especial y no se realiza con ingredientes suculentos. Pero últimamente parece que damos mas importancia a la fachada exterior, a grandes y sofisticadas elaboraciones y a exquisitos (y caros) ingredientes y nos olvidamos un poco de la finalidad primordial de la cocina que es la alimentación sana y equilibrada de las personas.

Este plato antiguamente se utilizaba para el cuidado de enfermos que necesitaban de una alimentación reconfortante, ligera, fácil de comer para superar la enfermedad en la que estaban inmersos cuando no existían sueros, preparados vitamínicos y otras medicinas que hoy en día nos ayudan.

Si llegáis a probar esta receta comprobaréis que es muy agradable, que el cuerpo la agradece y que nos deja una gran sensación de bienestar tras consumirla.

Es una receta bastante antigua y he podido aprender de ella la utilización de algunos ingredientes que hoy en día están en desuso. Por supuesto que no los he utilizado ya que no sabía ni donde encontrarlos. Uno de estos ingredientes es la "enjundia" que antaño creían que tenían cualidades medicinales y que no es otra cosa que la grasa interior de la overa de las gallinas. Vagamente recuerdo haber oído de esto ya que mi abuela vivía en la huerta y tenía animales, gallinas, pollos, pavos, conejos, para el consumo de la familia y si que creo que utilizaba esto en los guisos. El otro ingrediente extraño para mi es el "agraz" que es el zumo de la uva sin madurar y que se utilizaba como sustituto de la lima o el limón. De esto no había oído hablar pero supongo que en zonas vinícolas si que sea mas conocido.

Espero que os guste.

Ingredientes (4 raciones):

1/2 pechuga de pollo (300 gr. aprox.), 90 gr. de migas de pan, 2 huevos, 1 cucharadita de canela en polvo, 1 litro de caldo de pollo, el zumo de medio limón y sal.

Preparación:

Picamos la pechuga en un robot de cocina

Mojamos ligeramente el pan con agua o, si queremos, con un poquito de leche.

Escurrimos medio limón.

Elaboración:

En un bol ponemos la pechuga picada, el pan bien escurrido y desmenuzado, los 2 huevos, la cucharadita de canela y una pizca de sal. Mezclamos bien y con las manos untadas con un poquito de aceite vamos haciendo bolitas del tamaño de una pelota de golf. Reservamos.

En una olla ponemos a calentar el caldo de pollo, sazonamos y cuando comience a hervir añadimos la albondiguillas con cuidado y el zumo de limón. Dejamos cocer durante unos 15 minutos. Al final abrimos una albondiguilla para ver si está bien hecha, rectificamos si se necesitara y si está en su punto apagamos el fuego.

Presentación:

Servimos enseguida en platos las albondigas con el caldo de pollo.

Listo.

ALERGENOS:

APIO, GLUTEN, HUEVOS

Esta receta es un compendio de elaboraciones y productos que he ido aprendiendo y descubriendo durante las últimas semanas.

Por un lado tenemos las alcachofas que hemos confitado a baja temperatura, la coliflor morada, una hortaliza muy llamativa y muy rica que nos puede dar mucho juego en el tema de la decoración de los platos, y el wakame, esa alga de tan delicioso sabor que nos puede dar muchas opciones en la combinación de los platos, sobre todo pescados, para descubrir nuevos sabores.

El experimento ha resultado muy positivo, consiguiendo nuevas enseñanzas en las elaboraciones y consiguiendo un plato muy equilibrado en sabores.

Espero que os guste.

Ingredientes (para 4 personas):

1 coliflor morada, 1 puerro, 1 cebolla, 1 patata, 1 cucharada de nata fresca, pimienta, nuez moscada, aceite de oliva, 4 alcachofas, 1 pieza de anís estrellado, 1 diente de ajo, 1 hoja de laurel, aceite de girasol, 1 ramillete de perejil, 1 zanahoria, 4 anchoas en aceite de oliva, 100 gr. de ensalada coreana de wakame, 1 cucharada de queso parmesano rallado.

(la ensalada coreana de wakame es un producto que lo venden ya preparado en los supermercados)

Preparación:

El puré de coliflor:

Una vez lavada la coliflor la secamos y cortamos en ramitos.

Cortamos la cebolla y el puerro en mirepoix.

Pelamos y cortamos la patata en 2 o 3 trozos

Las alcachofas:

Se pelan las alcachofas cortando el tronco y la parte superior de las hojas. Se quitan 3 o 4 capas de hojas y se sumergen en agua con un ramillete de perejil.

Se pela un diente de ajo.

Otros:

Pelamos y rallamos una zanahoria.

Escurrimos bien de aceite las anchoas.

Elaboración:

En una cazuela ponemos un chorrito de aceite y cuando esté caliente echamos la cebolla, el puerro, las patatas y los ramitos de coliflor.

Rehogamos y cuando comiencen a coger color las verduras añadimos agua hasta cubrirlas. Sazonamos.

Dejamos cocer alrededor de 25 minutos, pero en realidad nos guiaremos por el estado de las patatas, Cuando estas esté bien cocidas se considera que tenemos el guiso hecho. El agua se habrá reducido lo suficiente, pero si vemos que se ha quedado muy caldoso podemos retirar un poco.

Con el brazo de la batidora, en la misma cacerola, trituramos todas las verduras hasta conseguir un crema lo más fina posible. Una vez triturada pasamos por el chino para conseguir una crema muy fina.

Volvemos a echar de nuevo el puré pasado por el chino a la cazuela y calentamos, añadimos una cucharada de crema fraiche (nata fresca), una pizca de pimienta y otra de nuez moscada y mezclamos bien hasta que se integren por completo. Apagamos el fuego.

Para confitar las alcachofas cogemos una bolsa apta para cocinar en el horno y colocamos en su interior las alcachofas peladas, la pieza de anís estrellado, las hojas de laurel, y el diente de ajo. Añadimos un buen chorreón de aceite de girasol y la cerramos extrayendo mayor parte de aire o la sellamos al vacío si tenemos maquina de vacío.

Ponemos la bolsa al baño maría y metemos en el horno a una temperatura de 90º durante 2 horas y media. Pasado ese tiempo la sacamos del horno.

Sacamos de la bolsa de la bolsa y escurrimos bien el aceite. Con la mano suavemente vamos abriendo las hojas hasta formar una flor. Ponemos las alcachofas abiertas en una plancha caliente un par de minutos y damos un par de vueltas presionando suavemente.

Presentación:

En un plato echamos dos cucharones del puré de coliflor morada. Sobre ella colocamos una flor de alcachofa y en el centro ponemos un poquito de zanahoria rallada y otro poquito de ensalada de wakame y sobre todo ello ponemos una anchoa enrollada sobre si misma.

Sobre el puré espolvoreamos un poquito de queso parmesano en cada plato y un poquito de zanahoria rallada y ensalada de wakame.

Listo.

ALERGENOS:

LACTEOS, PESCADO, SOJA, SESAMO

No tiene nada de especial presentar una receta de cremas de hortalizas, ya las he publicado en otras ocasiones y por otro lado muchos sabemos como preparar este plato tan sencillo.

Pero esta entrada nace al haber encontrado en el mercado una hortaliza que me llamó tremendamente la atención, se trata de una coliflor de color morado. Una vez en casa he pensado que podría realizar unas cremas de hortalizas y hacer un juego con los colores de las mismas y presentar un plato con mucho colorido, que nos llamara la atención por la vista y que nos ayudara a atraer (sobre todo a niños y jóvenes) al consumo de estos platos tan deliciosos y saludables que muchas veces son muy poco apreciados.

Ha sido un juego con el que me he divertido mucho y cuyo resultado me ha encantado.

Espero que os guste.

Ingredientes (para 4 personas):

1 kg. de calabaza, 1 brócoli, 300 gr. de guisantes, 2 cebollas, 1 puerro, 2 patatas, 1 coliflor morada, 2 cucharadas de crema fraiché (nata fresca), sal, pimienta, nuez moscada, aceite de oliva y queso parmesano rallado.

Preparación:

Pelamos y troceamos la calabaza en cuadrados pequeños, guardamos 2 o 3 trocitos aparte que los rallamos.

Cortamos las ramitas del brócoli, pelamos el tronco y lo cortamos en daditos. Guardamos 2 o 3 ramitas aparte y la rallamos.

Cortamos en ramitas pequeñas la coliflor morada.

Pelamos y cortamos por separado las cebollas en mirepoix.

Partimos el puerro en 2 y cortamos por separado los trozos en mirepoix.

Pelamos las patatas y las cortamos en 2 o 3 trozos, según el tamaño.

Elaboración:

Vamos a necesitar 2 cazuelas para hacer la crema de calabaza por un lado y la crema de brócoli y guisantes por otro. La elaboración va a ser igual para ambas cremas.

En cada cazuela ponemos un chorrito de aceite y cuando esté caliente echamos en cada cazuela la cebolla, el puerro, las patatas y en una ponemos los trozos de calabaza y en otra el brócoli y los guisantes.

Rehogamos en ambas cazuelas y cuando comiencen a coger color las verduras añadimos agua hasta cubrirlas. Sazonamos

Con el brazo de la batidora, en la misma cacerola, trituramos todas las verduras hasta conseguir un crema lo más fina posible. Una vez trituradas las cremas las pasamos (por s) por el chino para conseguir una crema muy fina.

Volvemos a echar (por separado) de nuevo la cremas pasada por el chino a las cazuelas y calentamos, añadimos una cucharada de crema fraiche a cada cazuela, una pizca de pimienta y otra de nuez moscada y mezclamos bien hasta que se integren por completo. Apagamos el fuego.

Mientras, en agua hirviendo blanqueamos las ramitas de coliflor morada durante 3 minutos, las refrescamos enseguida y las reservamos.

Presentación:

Ponemos uno dos cazos de la crema de calabaza en la mitad de cada plato y lo mismo de la crema de brócoli y guisantes en la otra mitad de los platos. Colocamos un poquito de ralladura de brócoli en el centro de la parte de la crema de calabaza, y un poquito de ralladura de calabaza en el centro de la parte de la crema de brócoli. Colocamos unas ramitas de coliflor morada por toda la superficie de cada plato. Espolvoreamos un poquito de queso parmesano en cada plato

Listo.

ALERGENOS:

LACTEOS

Me ha sorprendido esta receta, no ya por la posibilidad de realizar una sopa con esta hortaliza sino por el sabor tan auténtico a alcachofas que se ha conseguido. Me ha encantado.

La verdad es que desconocía por completo una elaboración con alcachofas en una sopa. Las he utilizado en varios guisos tradicionales, las he preparado fritas, al horno, hervidas pero nunca de esta manera. Es una receta italiana, donde la alcachofa es tratada de una forma sorprendente, y por supuesto la utilización del queso es algo más que necesaria. Pero eso no quita para que no podamos identificar el sabor al que estamos acostumbrados aquí en España.

La receta en si es bastante sencilla y rápida de elaborar. Tiene la particularidad de cocer el arroz por separado y la curiosa utilización del queso que se mezcla con yemas de huevo antes de incorporarlo a la sopa y el aprovechamiento de los tallos de la alcachofa.

Creo que podremos disfrutar este invierno esta elaboración con bastante asiduidad porque merece la pena.

Espero que os guste.

Ingredientes (para 4 personas):

6 alcachofas, 2 litros de caldo de verduras o de pollo, 25 gr. de mantequilla, 50 gr. de queso parmesano rallado, 100 gr. de arroz, 2 yemas de huevo, 1 cebolla mediana, aceite de oliva y sal.

Preparación:

Despojar las alcachofas de las hojas dejando solo el corazón y separamos los tallos quitando las partes fibrosas. Cortamos el corazón en ocho trozos y los tallos en daditos regulares. Reservamos en agua con un buen ramo de perejil o con el zumo de un limón.

Picamos fina la cebolla.

Separamos las yemas de las claras de 2 huevos y las batimos. Desechamos las claras.

Elaboración:

En la cazuela donde vamos a realizar la sopa añadimos la mantequilla y dos cucharadas de aceite y empezamos a freír la cebolla. Cuando comience a ablandarse añadimos las alcachofas y dejamos que se doren. En ese momento añadimos el caldo hirviendo y dejamos cocer durante 30 minutos o hasta que las alcachofas estén tiernas.

Mientras, en un cazo con agua y sal hervimos el arroz. Unos 10-12 minutos desde que el agua comience a hervir.

Cuando tengamos la sopa de alcachofas lista la apartamos del fuego. Mezclamos el queso parmesano rallado con las yemas de huevo y ya fuera del fuego incorporamos a la sopa sin dejar de remover.

Por último añadimos el arroz hervido, bien escurrido y aún caliente, a la sopa, lo mezclamos bien y comenzamos a servir.

Presentación:

Servimos en los plato la sopa bien calentita.

Listo.

ALERGENOS:

LACTEOS, HUEVO, APIO

Dos recetas en una para conseguir una combinación estupenda que nos puede venir muy bien para una cena (lo mas adecuado) muy saludable.

Por un lado tenemos la tortilla, y diréis que "a buenas horas" presentar una receta de tortilla, pero bueno tiene algunas particularidades y se consigue una con mucho cuerpo, esponjosa y muy deliciosa. Y por otro lado la crema de espinacas, que tampoco es que vaya a descubrir nada, pero siempre hay alguna elaboración que os pueda servir.

En definitiva un plato sencillo que nos viene muy bien en estos momentos y que nos va a ser muy fácil tanto de elaborar como de conseguir los ingredientes que son habituales y económicos.

Espero que os guste. Ánimo.

Ingredientes (para 4 personas):

Para las tortillas:

8 huevos, 4 dientes de ajo, maicena, levadura en polvo, 4 cucharadas de perejil picado, aceite de oliva y sal.

Para la crema de espinacas:

500 gr. de espinacas, 1 patata grande, 1 zanahoria, 1 cebolla, un trozo de blanco de puerro, 500 ml. de caldo de pollo o de verduras, 1 cucharada de nata fresca (crema fraiché) aceite de oliva, una pizca de nuez moscada recién molida, pimienta y sal.

Y por último tenemos que disponer de unos taquitos de jamón, serrano o cocido, para añadir al final.

Preparación:

Para la tortilla:

Tenemos que picar muy fino los ajos y el perejil.

Para la crema de espinacas:

Tenemos que lavar, secar y trocear las espinacas (aunque actualmente podemos encontrar en los supermercados espinacas de 4ª gama que son espinacas ya lavadas y troceadas y conservadas en una atmósfera especial que son especialmente útiles en estas elaboraciones).

Cortamos la cebolla, la zanahoria y el puerro en mirepoix (cortes irregulares en dados de 1,5 cm. aproximadamente).

Pelamos la patata y la troceamos (3 o 4 trozos).

Elaboración:

Para la tortilla:

Vamos a realizar 4 tortillas individuales y para cada tortilla realizaremos la misma operación.

En una sartén ponemos a calentar a fuego muy flojo un chorrito de aceite de oliva (muy poco) y mientras se va calentando añadimos en un bol dos huevos, una pizca de sal, media cucharadita de maicena, una punta de una cucharadita de levadura en polvo, un ajo picado y una cucharada de perejil picado. Batimos todo muy bien, disolviendo la maicena evitando que se formen grumos. Con el aceite ya caliente vertemos vertemos el contenido del bol en la sartén y esperamos un poquito que se vaya cuajando, vamos dando la vuelta sobre si misma hasta que esté completamente cuajada por dentro y bien doradita por fuera (como veis es la elaboración de una tortilla normal, solo cambian los ingredientes utilizados). Sacamos del fuego y reservamos. Habremos obtenido una tortilla con mucho volumen y esponjosa.

Para la crema de espinacas:

Ponemos a calentar en una cacerola (la que vayamos a utilizar para la crema) ponemos dos cucharadas de aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente echamos la cebolla, la zanahoria, el puerro y la patata y comenzamos a sofreir.

Cuando comience a cambiar de color añadimos las espinacas y seguimos sofriendo removiendo continuamente. Las espinacas irán perdiendo volumen poco a poco. Sazonamos y añadimos el caldo (de pollo o verduras).

Cocemos hasta que las patatas estén blandas (15 o 20 minutos).

Apagamos el fuego y en la misma cazuela lo trituramos con el brazo de la batidora hasta conseguir una crema lo más suave posible.

A continuación pasamos esta crema por el chino para tamizarla muy bien. Volvemos a poner esta crema tamizada en una cacerola al fuego y añadimos la cucharada de nata fresca. Aromatizamos al gusto con una pizca de nuez moscada y pimienta y mezclamos todo muy bien removiendo durante dos o tres minutos. Probamos de sazón y apagamos el fuego.

Presentación:

Ponemos la crema en los platos. Cortamos las puntas de las tortillas (que aprovecharemos para comer aparte) y colocamos el trozo central en el plato sobre la crema. Echamos unos taquitos de jamón sobre la crema alrededor de la tortilla

Listo.

ALERGENOS:

LÁCTEOS, HUEVO, APIO

Un plato con un sabor extraordinario que surge de las enseñanzas recibidas en CDT de Torrevieja, que fue elaborado en uno de los menús que se realizaban en los talleres de cocina en el curso que impartía el chef Gerard Michel. He vuelto a repetir en casa esta receta y la verdad es que nos ha encantado.

Tres elaboraciones distintas tiene este plato, muy sencillas, pero de las que aprendemos diversos conceptos que siempre tenemos que tener en cuenta en la cocina y que nos ayudan comprender el porqué de los sabores que queremos obtener.

Por un lado está la elaboración de la crema de calabaza en la que aprendemos el tratamiento de las verduras en crudo, su desinfección y limpieza; el corte mirepoix, corte de diversas verduras en daditos de 1 cm. aproximádamente que no tienen que ser regulares pero si iguales y que se utilizan para dar sabor a sopas y caldos; y por ultimo la técnica de cocción de esta sopa, con los tiempos e intensidades en el fuego para que nos salga una elaboración correcta.

Por otro lado está el concassé de tomate, elaboración de una guarnición en la que se aprende a mondar los tomates, a realizar su manipulación para aprovechar al máximo todos los elementos del mismo, la piel, las semillas; el corte en brunoisse; y la técnica de cocción de rehogar y estofar para conseguir el resultado deseado.

Por último se ha realizado también unos chips de tomate utilizando la piel del tomate que hemos mondado que nos pueden servir para decorar los platos a la hora de montarlos, pero que nos dan un sabor sorprendentemente rico.

Espero que os guste.