Mucho tiempo sin presentar un postre en mi blog. Y la verdad es que cuando se trata de repostería me entra una pereza enorme a la hora de preparar una receta. La mayoría de los postres que he preparado son elaboraciones realizadas con frutas sin añadir cremas o bizcochos. Es cierto tengo un poquito de miedo, no se por qué pero me cuesta.
Por eso he buscado esta receta que es bastante sencilla, sin grandes procesos, con elementos sencillos y que permite de alguna forma cierta imprecisión en las medidas.
Estoy bastante contento con el resultado, tiene un sabor delicioso, no resulta demasiado dulzona y es muy agradable al paladar. He podido aprender algo de la elaboración de este tipo de postres y he intentado ensayar algún tipo de presentación, que aunque ha resultado algo burda, es un inicio, la próxima vez la intentaremos mejorar.
Espero que os guste.
Podemos perdonar fácilmente a un niño que tiene miedo de la oscuridad; la verdadera tragedia de la vida es cuando los hombres tienen miedo de la luz (Platón)
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