MORCILLA Y MERMELADA

Dos ingredientes que aparentemente no tienen una buena combinación. Sin embargo en la cocina no siempre debemos guiarnos por las apariencias y atrevernos a probar combinaciones que en un principio no creemos razonables.

En mi ignorancia me está sorprendiendo últimamente la utilización de un ingrediente, la canela, en recetas diferentes de postres o dulces con un éxito extraordinario. Y es por esto que al oír hablar de esta combinación que hoy os expongo no dudé en ningún momento en hacer la prueba.

He preparado una tapa muy sencilla que apenas si necesita de instrucciones para su preparación y he comprobado que el maridaje de la mermelada y la morcilla no solo es posible sino que resulta de lo más agradable.

Espero que os atreváis a probar esta receta y comprobéis lo que os digo.


Ingredientes: 


No indico cantidades ya que nos adaptaremos a la reunión para la que tengamos que preparar esta tapa. Solo tenemos que tener en cuenta que de una morcilla podemos obtener entre 4 y 6 trozos.

Morcilla semi seca (de cebolla, de arroz, ahumada…), mermelada (de higos, de piña, de tomate…..) pan de molde y aceite de oliva.

Preparación:


Cortamos la morcilla en trozos de unos 1 cm. de grosor.

Cortamos el pan en trozos de 2 x 2 cm.

Elaboración:


En una sartén con abundante aceite freímos los trocitos de pan a fuego no muy fuerte hasta que comiencen a dorarse. Sacamos de la sartén y ponemos a escurrir en un plato cubierto con papel absorbente.

Untamos otra sartén, o la plancha, con un poquito de aceite y asamos los trocitos de morcilla vuelta y vuelta.

Extendemos un poquito de mermelada sobre los trozos de pan frito, colocamos un trozo de morcilla sobre cada uno y volvemos a poner un poco de mermelada sobre la morcilla.

Presentación:



Colocamos en una fuente según nuestro criterio.

Listo

ALERGENOS: GLUTEN


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