PATATAS BRAVAS


Me ha llamado mucho la atención conocer que las Patatas bravas sea un plato tradicional madrileño, perdonar mi ignorancia, pero creía que ni siquiera tuviese tradición, me consta que en todas partes se sirven en bares y restaurantes y pensaba que fuese algo mas estándar.

Las patatas bravas de Madrid tiene su receta “definitiva”, distinta a las que se pueden encontrar en otros lugares de España. Así en ella no se utilizan ingredientes tales como el tabasco o el tomate, solo el pimentón, y no se sirve junto con otras salsas como puede ser el alioli.

He seguido al pie de la letra las recetas más puristas que he encontrado sobre esta tapa y la verdad es que en casa nos ha gustado mucho.

Espero que os pueda servir mi experiencia.



Ingredientes (para 4 personas):
    
2 o 3 patatas según el tamaño, 1 cebolla, 1 cucharadita de pimentón dulce, 1 cucharada de pimentón picante, 2 cucharadas de harina de trigo, ½ litro de caldo de pollo, aceite de oliva y sal.

Preparación:

Picamos fino la cebolla.

Pelamos las patatas y las cortamos en trozos irregulares de un tamaño que podamos comer de un solo bocado.

Elaboración:
             
Comenzamos por preparar la salsa.

En una sartén con aceite comenzamos a sofreír a fuego muy flojo la cebolla picada y antes de que empiece a coger color añadimos la cucharadita de pimentón dulce, la cucharada de pimentón picante y las dos cucharadas de harina y removemos todo durante un par de minutos.

Seguimos la elaboración añadiendo poco a poco el caldo de pollo preparando una “veloutè”. Cocinamos durante unos 10 minutos.

Acabada la cocción vertemos la salsa en el vaso de la batidora y la picamos bien fina. A continuación pasamos la salsa por un chino para eliminar cualquier impureza.

En otra sartén con abundante aceite bien caliente freímos las patatas. Cuando estén fritas apartamos y escurrimos bien de aceite.

Dos cuestiones a tener en cuenta:

La primera es que el grado de picante lo podemos adaptar a nuestros gustos añadiendo más o menos pimentón picante. Con la medida que he dado la salsa ha resultado suave con un punto picante pero sin llegar a sobresalir.  A nosotros nos ha gustado mucho, pero para gustos colores.

La segunda es que las patatas las podemos hervir primero con piel y posteriormente quitarles la piel, cortarlas y freírlas posteriormente.

Presentación:

Colocamos las patatas en un plato y añadimos sobre ellas la salsa. Servimos caliente.

Listo.

ALÉRGENOS: GLUTEN, APIO

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