Hace
unas semanas tuvimos la ocasión de visitar Úbeda y Baeza, dos ciudades
Patrimonio Mundial que nos sorprendió por su conjunto monumental renacentista.
Otra de las bellezas de estas ciudades es su extraordinario paisaje de olivos y
por supuesto el producto de estos: el aceite de oliva.
Pudimos degustar distintas
variedades de aceite, intensos, suaves, más aromáticos, de distintas variedades
de aceituna… y comprobar las cualidades gastronómicas de los mismos. Nos
sorprendimos en la cata de como un sencillo pedazo de pan se convertía en un
bocado exquisito con tan solo unas gotas de aceite de oliva virgen extra. Por
supuesto hicimos unas compras directamente en una almazara, que desde entonces estamos degustando en casa casi a diario.
Este domingo disponía en casa de uno de los productos
que mejor combina con el aceite: el pulpo. Era un ejemplar pequeño que había sobrado
de otra ocasión que era difícil de combinar en alguna comida. Pensé en preparar
una tapa muy sencilla, suponiendo que con la combinación con el AOVE,
conseguiría el nivel de extraordinaria.
Y así ha sido. Hemos disfrutado de un gran aperitivo.
Ingredientes (4 personas):
1 pulpo de pequeño (1/2 kilo apróx.), 4
dientes de ajo, un manojito de perejil, AOVE (Aceite de oliva virgen extra), sal, 2 hojas de laurel, y 3 o 4
piezas de clavo.
Preparación:
Limpiamos bien el pulpo.
Pelamos los 4 ajos y
laminamos 2 de ellos.
Picamos el perejil.
Elaboración:
Ponemos a hervir en una cacerola agua a la que hemos añadido las hojas de
laurel, el clavo, dos dientes de ajo pelado enteros y un puñado de sal. Cuando
comience a hervir echamos el pulpo y lo asustamos sacándolo tres veces de la
cacerola. Dejamos cocer a fuego no muy fuerte durante 40 minutos
aproximadamente (el tiempo va a depender del tamaño del pulpo, pero pienso que
con este tiempo puede estar bien cocido). De todas formas podemos ir
comprobando la textura.
Una vez cocido lo sacamos de la cacerola y lo dejamos enfriar.
Calentamos el horno a 180º e introducimos el pulpo que dejamos hornear
durante unos 20 minutos. Con esto solo intentamos secar el pulpo un poco, por
lo que tenemos que tener cuidado en que no se nos torre demasiado.
Pasado este tiempo sacamos del horno, lo dejamos enfriar y lo troceamos.
Presentación:
En una fuente colocamos el pulpo
troceado, añadimos los 2 dientes de ajos laminados y el perejil picado.
Añadimos un buen chorreón de AOVE y espolvoreamos un sal en escamas (en esta
ocasión utilicé sal negra).
Listo.
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Que buena presencia, yo no lo he preparado al horno nunca y me quedo con tu propuesta con tu permiso.Un abrazo.
ResponderEliminarPor supuesto. Un buen aceite de oliva virgen extra es el secreto de esta receta.
EliminarQue buenooooo........tiene que estar de vicio¡¡¡¡
ResponderEliminarBesitos¡¡¡
Un aperitivo estupendo.
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