Es costumbre
en casa incorporar al menú una vez a la semana un plato de pasta. Nos encanta,
y las posibilidades que aporta este producto lo hacen sumamente atractivo.
Hoy
hemos querido probar nuevos sabores y hemos buscado una combinación que nos resultara
distinta.
He
optado por esta en la que se utiliza la carne de cordero, una carne que no
solemos utilizar muy a menudo en casa, y las alcachofas, extraordinaria
hortaliza de la que tenemos la suerte de poder obtenerla directamente de la huerta;
se ha utilizado una pasta larga, los tagliatelle, que ha resultado estupenda
para este plato.
Espero
que os guste.
Ingredientes (para 6 raciones):
400 de tagliatelle, una paletilla de
cordero deshuesada, 6 alcachofas, 4 tomates maduros, 100 gramos de parmesano, 1
cebolla, 2 diente de ajo, ½ vaso de vino blanco seco, ½ vaso de caldo de carne,
1 rama de romero fresco, 1 ramita de tomillo fresco, 1 hoja de laurel, 3
limones, aceite de oliva, sal y pimienta.
Preparación:
Cortamos la carne de cordero
en dados pequeños y lo salpimentamos.
Exprimimos el zumo de tres
limones y lo incorporamos a un bol con agua.
Pelamos las alcachofas,
quitando las hojas exteriores duras, cortamos el rabo de las mismas y troceamos
el corazón de la misma en cuatro pedazos los cuales los limpiamos de los pelos
interiores que puedan llevar. Inmediatamente de realizar esto con cada alcachofa
echamos estos trozos al bol de agua con limón y cubrimos el mismo con un plato
pequeño para conseguir que estos trozos queden completamente sumergidos en el
agua. Con esto conseguimos que las alcachofas no se ennegrezcan. Laminamos
estos trozos de alcachofa.
Pelamos los cuatro tomates,
quitamos las semillas y troceamos en pedacitos pequeños. Sazonamos.
Picamos la cebolla y la
sazonamos.
Pelamos los ajos y dejamos
enteros.
Laminamos el queso parmesano
en virutas finas.
Elaboración:
En una cazuela de
barro con aceite sofreímos la cebolla con los dientes de ajo enteros, el
romero, el tomillo y el laurel. Damos unas vueltas y añadimos la carne de
cordero y lo doramos.
En ese momento
incorporamos el vino. Cuando se haya evaporado echamos el tomate y el caldo y dejamos
cocer durante 15 minutos a fuego lento.
Mientras, escurrimos
las alcachofas que teníamos en el agua con limón, las sazonamos y freímos a
fuego fuerte en otra sartén. Hemos de tener cuidado de que no se quemen.
Las añadimos al
cordero, mezclamos bien y apagamos el fuego.
Cocemos la pasta
en abundante agua hirviendo con sal. Cuando estén en su punto, las apartamos,
escurrimos y refrescamos con agua fría.
Las añadimos al
ragú de cordero y las mezclamos bien. Calentamos un poquito.
Presentación:
Emplatamos y añadimos las virutas de
parmesano por encima.
Listo, así de fácil.
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