Creo
que es muy importante seguir las tradiciones en la cocina de cada lugar,
conservar las recetas de nuestros mayores, preservar las costumbres y promover
los productos autóctonos que son base en la economía de nuestros pueblos y
comarcas. Platos sencillos, con sabores insuperables que han sido, y debieran
de ser, representación de nuestra identidad y orgullo de nuestros productos y
de su elaboración para compartir con quienes nos visitan.
Pero
también pienso que es importante estar abiertos a otras costumbres, asimilar
nuevos sabores y distintas formas de entender la cocina, eso sí, sin volvernos
locos, aprender poco a poco y sobre todo valorar la riqueza de otras gentes y
otras formas de entender las cosas.
Pienso
también que es muy importante aportar variedad a nuestro menú, buscar nuevas
cosas que nos sorprendan y que hagan amena nuestra alimentación, que en
definitiva es lo importante. No debemos comer por comer, sino de intentar disfrutar
de esos momentos cotidianos plenamente. Nos sentiremos mejor.
Espero
que os guste esta receta que os presento hoy y que la podáis disfrutar.
Ingredientes (para 4 raciones):
1
kilo de mejillones, 1 cebolla, 6 cucharadas de aceite, 1 cucharada de harina, 1
vaso de vino blanco seco, 8 cucharadas de nata líquida, 2 cucharadas de perejil
picado, 2 hojas de laurel, 150 gramos de lentejas cocidas (podemos utilizar las
que vienen ya cocidas).
Preparación:
Lavar y limpiar bien los mejillones bajo el grifo, eliminando todas las
impurezas que llevan adheridas a su concha.
Pelar y picar la cebolla.
Picar un ramillete de perejil.
Escurrimos bien las lentejas.
Elaboración:
Poner en una cacerola los mejillones con el vino blanco y las hojas de
laurel. Tapar y acercar al fuego hasta que se abran.
Cuando estén abiertos apartar del fuego y sacar los mejillones y
reservarlos.
Colar el caldo de la cocción y reservarlo también.
En una sartén, lo bastante grande para que cojan los mejillones que hemos
abierto, calentar el aceite y sofreír, a fuego no muy fuerte, la cebolla picada
hasta que esté blanda. Espolvorear sobre ella en ese momento la cucharada de
harina y remover sin que llegue a tomar color.
Añadir enseguida el caldo de la cocción de los mejillones, incorporar el
perejil picado y cocer a fuego suave durante 15 minutos.
Pasado ese tiempo apartamos y pasamos por el chino esta salsa. Volvemos a
verterla en la sartén e incorporamos la nata y las lentejas bien escurridas.
Añadimos los mejillones y damos unos hervores todo junto. Comprobamos el
punto de sal y corregimos si lo consideramos necesario, aunque por regla
general esto no debería suceder.
Presentación:
Cubrimos una fuente con la salsa de las
lentejas y ponemos sobre ella los mejillones sin quitar la cáscara. Es
conveniente no dejar enfriar, que esté un poquito templado, a la hora de servir.
Listo.
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Que curioso nunca se me hubiera ocurrido mezclar mejillones con lentejas!! Habra q probar. Un saludo
ResponderEliminarEso mismo pensé yo cuando vi la receta, pero las lentejas es uno de esos productos que combina bien con todo. Gracias por tu comentario
EliminarQue curioso nunca se me hubiera ocurrido mezclar mejillones con lentejas!! Habra q probar. Un saludo
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