Desde
hace algunos años nos hemos impuesto la buena costumbre de realizar un tramo
del Camino de Santiago, elegimos el Camino Francés. Este año tocaba un tramo
que partía desde Burgos (Hornillos del Camino) y que ha transcurrido por la
Tierra de Campos palentina.
Vamos tranquilos, sin prisas, disfrutando de los
paisajes, de sus monumentos, impresionante el románico palentino, de sus
gentes, de su gastronomía; “turigrinos” nos llamaron en Carrión de los Condes
(un saludo a Mariví a la que todos agradecemos las atenciones que tuvo con
nosotros en su establecimiento de casa rural “Casa Tía Paula”).
Estando
en tierras palentinas no podíamos dejar de visitar a nuestros amigos Jose Luis
y Rocío. Jose Luis nos acompañó en un par de etapas y Rocío nos preparó en
casa, siempre tan hospitalarios, una cena, de la cual surgió la receta de la
semana pasada, y una comida, en la que la madre de Rocío, Petra, participó aportando una receta de la que Rocío
nos había contado maravillas: la menestra.
Hasta
ese momento, no se me había podido imaginar que en alguna ocasión iba a pedir
repetir de este plato; sinceramente siempre la he comido por obligación, no
encontrando nunca nada que llamara la atención en una menestra en ningún lado.
Pero
esta estaba sensacional, fabulosa, Petra la ha convertido en un plato extraordinario
que no tiene nada que envidiar, y sí que enseñar, a la de los grandes cocineros
de nuestro país.
Sus
trucos para realizarla son bien sencillos, por lo que me he atrevido a elaborarla
en casa con este resultado.
Espero
que os guste tanto como a mí.
Ingredientes (para 4 personas):
4
huevos, 100 gr. de judías, 100 gr. de guisantes, 100 gr. de habas ya peladas,
100 gramos de zanahorias, 100 gr. de brócoli, 100 gr. de coles de Bruselas, 4
alcachofas, 1 pimiento verde, 1 pimiento rojo, 1 cebolla, 2 patatas medianas, 1
vaso de caldo de carne (o de verduras), aceite de oliva y sal.
Preparación:
Troceamos las judías, las zanahorias,
el brócoli, y las coles de Bruselas.
Pelamos y troceamos en cuartos las
alcachofas.
Pelamos y cortamos las patatas en
cuadraditos (1 cm. aproximadamente). Sazonamos.
Cortamos la cebolla y los pimientos en
juliana. Sazonamos.
Elaboración:
Ponemos a hervir en agua con un poquito
de sal todas las verduras, excepto los pimientos y la cebolla. 20 minutos hirviendo
deben de ser suficientes para obtener el punto adecuado, no obstante iremos
comprobando su estado para dar más o menos tiempo. Deben quedar “al dente”.
Cuando estén, apartamos, escurrimos y enfriamos con agua fresca. Reservamos.
Por otro lado ponemos los huevos a
hervir. Una vez hervidos, los pelamos y troceamos. Reservamos.
En una sartén, con abundante aceite, freímos
las patatas. Cuando estén doraditas las apartamos y escurrimos bien el aceite, poniéndolas
sobre papel de cocina.
En otra sartén con un chorrito de
aceite, freímos a fuego no muy fuerte, la cebolla y los pimientos hasta que
estén bien tiernos, cuidado de que no se nos quemen.
Cuando estén listos los pimientos y las
cebollas, añadimos a esa misma sartén bien escurridas las verduras que habíamos
hervido. Mezclamos todo y añadimos el vaso de caldo de carne (o verdura).
Dejamos que se vaya reduciendo, removiendo de vez en cuando para que todas las
verduras vayan recogiendo el sabor.
Por último, un poco antes de apartarlas
del fuego, añadimos las patatas fritas y los huevos troceados. Damos unas
vueltas para integrar todo bien y servimos.
Presentación:
Podemos acompañar con unos trocitos de
pan tostado.
Listo.
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Preciosa receta. Me ha encantado
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