El
risotto es una forma de cocinar el arroz típica italiana. Una elaboración específica
con unos ingredientes básicos en todas las recetas, arroz, mantequilla, queso
parmesano, caldo de pescado o carne y alcohol (vino blanco, vino dulce o tinto
normalmente). A partir de aquí cualquier cosa que se nos pueda ocurrir, siempre
conseguiremos nuevas sensaciones en los sabores que es la característica esencial
de los risottos.
Solo
he realizado en toda mi vida tres risottos, y la verdad, modestia aparte, creo
que he conseguido desde la primera vez el punto ideal de estos arroces, quizás porque
son realmente sencillos de realizar, por lo que creo que si no los habéis realizado
antes os animéis a prepararlos. Yo estoy muy contento con este plato.
En
esta ocasión la alcachofa es la base del sabor y se complementa de forma
sorprendente con el aroma del café y……. con un ingrediente extraño en estos
platos: el anís dulce. Puede parecer extravagante, pero conseguimos un sabor
extraordinario en el paladar.
Espero
que os guste.
Ingredientes (para 4 personas):
400 gramos de arroz arborio, 60 gramos de queso
parmesano reggiano rallado, 40 gramos de mantequilla, 8 alcachofas, 1 litro de
caldo de pollo, 1 copa de vino blanco, 1 cebolla pequeña, 2 cucharadas de anís
dulce, 2 cucharadas de café en polvo y 8 o 10 granos de café para adorno,
pimienta blanca molida, un par de cucharadas de aceite de oliva, sal y 2
limones.
Preparación:
Pelamos
y picamos fina la cebolla. Sazonamos.
Pelamos
las ocho alcachofas quitándoles las hojas exteriores cortando la punta de las
hojas y el rabo, impregnándolas inmediatamente con zumo de limón y sumergiéndolas
en un recipiente con agua y limón hasta que las utilicemos. Cuatro de las
alcachofas las dejaremos tal cual una vez peladas y las otras cuatro las
cortaremos en láminas finas (2 o 3 mm.).
Elaboración:
En un cazo de agua con sal ponemos a hervir los 4 corazones de alcachofas
enteros durante 15 minutos. Una vez hervidas, las escurrimos bien y las
trituramos hasta conseguir una crema lo más fina posible. La colamos o la
pasamos por el chino hasta conseguirlo. Reservamos.
En el recipiente donde vamos a realizar el risotto echamos un poquito de
aceite y comenzamos a confitar la cebolla picada.
Cuando esté bien confitada añadimos el arroz y lo doramos a fuego no muy fuerte
y removiendo continuamente para evitar que se nos pegue.
Cuando esté doradito añadimos la copa de vino blanco y dejamos reducir.
En ese momento incorporamos la crema de alcachofa que hemos preparado y
removemos todo bien para mezclarlo.
A partir de aquí vamos añadiendo el caldo de pollo caliente poco a poco removiendo
continuamente el arroz. A mitad de la cocción añadimos las láminas de alcachofas, rectificamos de sal si es necesario, espolvoreamos un poquito de pimienta blanca y continuamos
añadiendo el caldo de pollo.
Cuando el arroz esté cocido apartamos del fuego e incorporamos el parmesano
rallado y la mantequilla cortada en daditos pequeños removiendo bien hasta que
se deshagan.
Cuando veamos que el parmesano y la mantequilla se han deshecho por
completo añadimos las dos cucharadas de anís dulce y removemos por última vez.
Presentación:
Colocamos
el arroz aún caliente en los platos y espolvoreamos por encima un poquito de
café molido y ponemos unos granos de café como adorno.
Listo.
(Una receta elaborada de acuerdo con las
instrucciones dadas en el libro “La cocina del arroz” de Roger Martínez)
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