Han
terminado las fiestas y con ellas los excesos (espero). Volvemos a la
normalidad y tenemos que pensar en restablecer una dieta algo más equilibrada.
Esta
receta creo que puede ser un buen inicio, legumbre, verduras y una carne
saludable. Puede ser cualquier otra, pero lo importante es que tenemos que
hacernos a la idea de que la normalidad debe imperar en nuestras vidas, por
razones de salud, de equilibrio y también por razones económicas.
En
esta ocasión un estofado (cocer a fuego lento, cocinar carnes, pescados o verduras
dejando que estos desprendan sus jugos en el caldo de la cocción…),
donde descubrimos unos sabores tradicionales, familiares y muy sabrosos.
Creo que os gustará.
Ingredientes (para 6 personas):
1 conejo troceado, ½ kilo de lentejas,
2 zanahorias, 1 pimiento italiano, 1 cebolla, 1 puerro, 2 patatas, 1 hoja de
laurel, ½ vaso de vino tinto, 1 cucharada de pimentón dulce, 4 cucharadas de
aceite de oliva, sal y pimienta.
Preparación:
Se salpimenta el conejo
troceado.
La noche anterior se ponen
las lentejas a remojo.
Se pelan y se cortan las
zanahorias en rodajas circulares finas.
Se pica la cebolla y el
puerro. Sazonamos.
Lavamos y picamos el
pimiento. Sazonamos.
Se pelan las patatas y se
chasquean en trozos. Sazonamos.
Elaboración:
En una cazuela
echamos el aceite de oliva y comenzamos a sofreír las verduras (zanahoria,
cebolla, puerro y pimiento).
Cuando comience a
dorarse añadimos la carne de conejo y sofreímos hasta que esté bien doradito.
Echamos las
patatas y las sofreímos un poquito.
Al final añadimos
la cucharada de pimentón y mezclamos bien con cuidado de que no se queme.
Incorporamos el ½
vaso de vino y dejamos hervir.
Cubrimos el
sofrito con agua y añadimos las lentejas.
Dejamos cocer
todo a fuego no demasiado fuerte durante 45 minutos. Dependerá este tiempo de
la intensidad del fuego. Debemos tener como referencia la textura de las
lentejas.
Cuando
comprobemos que las lentejas estén en su punto apagamos el fuego y comenzamos a
servir (debemos servirlas calentitas).
Presentación:
Servimos en cada plato unos trozos de
carne y algún trozo de patata y un par de cucharones de lentejas.
Listo, así de fácil.
Importante: Tanto
el texto como las imágenes publicadas en este blog están protegidas bajo
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Podemos perdonar fácilmente a un niño que tiene miedo de la oscuridad; la verdadera tragedia de la vida es cuando los hombres tienen miedo de la luz (Platón)
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