Esta
semana nos tocaba pasta, algo sencillo al que he querido dar una presentación
que se saliera un poco fuera de lo normal.
La
base de la preparación de la pasta es muy básica, un sofrito con las verduras a
las que en esta ocasión hemos añadido las almejas y utilizado un tipo de pasta
corta. Hemos buscado una presentación distinta, que diera un toque especial
para la comida del domingo, y hemos encontrado esta que os presento en el libro
“I love Pasta”.
Ha
resultado bastante fácil de preparar, aunque tengo que deciros que su
elaboración ha sido algo más entretenida de lo previsto.
La
crema de queso gorgonzola, como siempre, extraordinaria para este tipo de
platos.
Espero
que os guste.
Ingredientes (para 4 personas):
300
gr. de tiburones (pipette rigate), 500 gr. de almejas, 1 pimiento rojo, 2
pimientos italianos, 4 tomates maduros, 1 cebolla pequeña, 2 dientes de ajo, 1
calabacín pequeño, 2 zanahorias, 1 guindilla, 100 ml. de vino blanco, 100 gr.
de queso gorgonzola, 200 ml. de leche o nata liquida, 12 tomates cherri, 2
cucharadas de perejil picado, 30 gr. de parmesano rallado, 6 cucharadas de aceite
de oliva, 1 paquetito de masa brick, un poquito de mantequilla para untar los
moldes, sal, pimienta y tomillo.
Preparación:
Lavamos bien las almejas dejándolas en un recipiente con agua y sal durante
1 hora. Quitamos el agua y aclaramos bajos el grifo removiéndolas
enérgicamente.
Troceamos toda la verdura en daditos pequeños. Salpimentamos.
Picamos el perejil.
Rallamos el queso parmesano.
Elaboración:
Ponemos a calentar 4 cucharadas de
aceite en una sartén y comenzamos a sofreír todas las verduras. Añadimos una
pizca de tomillo.
Mientras en una cacerola ponemos las
almejas, 2 cucharadas de aceite, el perejil picado, la guindilla y el vino
blanco. Cuando estén abiertas apartamos del fuego, colamos el caldo y cuando
las almejas hayan enfriado separamos la carne de las conchas.
Cuando las verduras estén bien
pochadas, añadimos la carne de las almejas. Removemos bien y reservamos.
Preparamos la pasta. Ponemos a hervir
una cacerola con agua, sal y un chorrito de aceite. Cuando comience a hervir
echamos la pasta y cocemos durante 8 o 10 minutos. Pasado este tiempo apartamos
y escurrimos y refrescamos en agua fría para cortar la cocción.
Incorporamos la pasta al sofrito de verduras
que teníamos preparado. Ponemos al fuego y añadimos el caldo resultante de la
cocción de las almejas. Mezclamos todo bien y cuando veamos que comienza a
consumirse el caldo apartamos.
En una sartén con un chorrito pequeño
de aceite sofreímos los tomates cherri enteros.
Mientras untamos con mantequilla el
interior de unos moldes (los de hacer los flanes nos pueden servir) y los
forramos con la masa brick dejando que sobresalga esta pasta para luego poder
cerrar el envoltorio. Rellenamos estos moldes con la pasta que hemos preparado
y cerramos.
Calentamos el horno a 180º e
introducimos los moldes manteniéndolos 5 minutos.
La crema de queso gorgonzola la podemos
haber preparado en otro momento o al mismo tiempo que realizamos las demás
tareas, os indico su elaboración:
En una cacerola se derrite el queso
gorgonzola con la nata o la leche a fuego lento. Añadimos un poquito de sal y
pimienta. Si la queremos más líquida podemos añadir un poquito más de leche.
Cuando se haya fundido, se añade el
parmesano rallado y se rectifica de sal.
Mezclamos bien y se tritura con una
batidora para obtener una crema lo más fina posible.
Mantenemos caliente hasta su
utilización final.
Presentación:
Echamos la crema de gorgonzola en el
fondo del plato y sobre ella colocamos los saquitos de pasta. Incorporamos los
tomates cherri y espolvoreamos con un poquito de tomillo picado.
Listo.
Importante: Tanto el texto como
las imágenes publicadas en este blog están protegidas bajo una licencia
Es un hermoso plato para un día especial amigo.Gracias por compartirlo.Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu receta. Estupenda.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu receta. Estupenda.
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