La
carne de conejo nos gusta a todos en casa; una carne con tradición en nuestra
comarca, donde desde muy antaño se criaban en todas las casas de la huerta
junto con gallinas, pollos, pavos, patos…, carne que servían de sustento junto
con todos los productos hortícolas que se cultivan en ella.
Esta
semana había comprado un conejo para preparar un arroz, pero posteriormente
pensé en buscar alguna receta distinta para probar nuevas formas de prepararlo.
He estado buscando en la bibliografía que tengo en casa y he encontrado en un
libro de Iker Eurazkin (no es la primera vez) una receta que se adapta a mis
posibilidades, sencillita, no requiere de una gran técnica a la hora de cocinar
y los productos son totalmente habituales en cualquier casa.
Da
Iker Eurazkin en este libro la definición de estofado: “Estofar es cocer a
fuego lento, cocinar carnes, pescados o verduras dejando que estos desprendan
sus jugos en el caldo de la cocción….. Estofando los alimentos conseguimos
sabores concentrados y, en el caso que nos ocupa, carnes tiernas y sabrosas.”
Y
así ha sido, ha resultado un guiso de lo más sabroso, sencillo y económico.
Espero
que os guste.
Ingredientes (para 4 personas):
1
conejo troceado, 1 cebolla, 2 dientes de ajo, 1 patata grande, ½ pimiento verde,
½ pimiento rojo, 2 zanahorias, 1 trozo pequeño de calabaza (150 gramos aprox.),
1 tomate maduro, harina (3 o 4 cucharadas, ½ vaso de vino blanco, 3 hojitas de
laurel, unos granitos de clavo, aceite de oliva, sal y pimienta.
Preparación:
Salpimentamos los trozos de conejo y
los enharinamos.
Se pican fino los pimientos, la
cebolla, el diente de ajo y se sazonan.
Se pelan y se cortan en trocitos las
zanahorias y el trozo de zanahoria. Se sazonan.
Pelamos la patata y la troceamos en
pedazos grandes.
Se ralla el tomate. Se sazona.
Elaboración:
En una cazuela o sartén con fondo y lo
suficientemente ancha para que podamos mover bien la carne, freímos en aceite
bien caliente los trozos de conejo. Cuando estén dorados los apartamos y los
ponemos sobre papel de cocina para que absorba el aceite que sueltan.
Reservamos.
En el mismo aceite que hemos dorado el
conejo sofreímos la cebolla, las zanahoria, los ajos, los pimientos y la
calabaza.
Cuando empiecen a dorarse añadimos el
vino, las hojas de laurel y el clavo. Dejamos que se evapore el vino y entonces
incorporamos los trozos de conejo que ya habíamos frito y el tomate rallado y
mezclamos todo el conjunto bien.
En este momento cubrimos con agua el
conjunto del sofrito y dejamos cocer a fuego lento durante 30 minutos aproximadamente,
añadiendo más agua durante la cocción si viéramos que fuese necesario.
Pasado ese tiempo añadimos los trozos
de patata y cocemos durante 15 minutos más. Comprobamos de sal y pimienta y
cuando haya pasado este tiempo lo tenemos listo para servir.
Presentación:
No he hecho ninguna presentación
especial. Distribuimos en cada plato la ración que creamos necesaria y nos
abastecemos de un buen trozo de pan porque el caldo que se ha conseguido,
espesito, invita a sopar.
Listo.
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Vaya pedazo de plato te has marcado, enhorabuena, sigue así, un beso.
ResponderEliminarLAS DELICIAS DE MAYTE
Me encanta cualquier tipo de estofado y el conejo dale riquísimo como lo has planteado. Un abrazo
ResponderEliminarMe encanta cualquier tipo de estofado y el conejo dale riquísimo como lo has planteado. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, la verdad es que queda riquísimo.
Eliminarse ve delicioso
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