Utilizar productos de temporada en las comidas habituales de casa siempre es un acierto; porque nos aseguramos un producto fresco y en sus mejores condiciones, porque suele ser más económico y también porque de alguna forma incidimos positivamente en la economía de los productores de nuestro entorno.
Hemos entrado en la temporada de recolección del boniato que nos va a durar prácticamente durante todo el invierno y es un momento idóneo para recordar algunas recetas con este producto.
El boniato es un tubérculo que es muy conocido en todo el mundo, en algunos lugares como America Latina prácticamente es uno de los productos base de la alimentación. Aquí en España también hubo un periodo, durante la postguerra, donde se convirtió en una ayuda importante para contribuir a resolver muchos problemas de la alimentación de nuestro país..
Por diversas razones su consumo fue decayendo con el paso del tiempo olvidándose un producto que tiene numerosos beneficios para la salud y múltiples aplicaciones en la cocina. Solamente en zonas rurales y en determinadas momentos específicos como es la celebración de Todos los Santos (Halloween para los más jóvenes) se seguía utilizando con normalidad.
Afortunadamente con el auge de la alta cocina en España y con el redescubrimiento de sus propiedades saludables su consumo se está comenzando relanzar.
Esta receta que os presento está basada en un plato tradicional, catalán según tengo entendido, y se trata de un guiso de los de toda la vida con una elaboración muy sencilla, con ingredientes muy habituales en todas partes y realizado en "cacharros" clásicos.
Espero que os guste.
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