ENSALADA IMPROVISADA

Pienso que una de las maneras con la que más se disfruta en la cocina es la improvisación. Buscar en la despensa, en el frigorífico o en los cajones y dar rienda suelta a nuestra imaginación es algo que nos satisface plenamente y nos llena de una inmensa alegría cuando vemos el resultado final aunque este sea un plato de lo mas sencillo.

En esta ocasión yo me he encontrado con un aguacate en su punto optimo (muy importante), un tomate de pera rojo también en su punto, una cebolla morada con un sabor muy intenso y un cogollo de lechuga fresco y tierno. Pues ya está, he pensado, vamos a montarnos una ensalada para acompañar la comida que vamos a preparar en un periquete y con la que creo que vamos a disfrutar.

He pensado en una elaboración que me gusta mucho como es un guacamole y he intentado ir por ese camino para prepararla. No son todos los ingredientes del guacamole, faltan algunos y sobran otros, ni tampoco es la misma elaboración, no he machacado el aguacate ni troceado fino el tomate y la cebolla, todo lo contrario he realizado unos cortes mas bien toscos, pero al final he conseguido recordar de otra forma la esencia del guacamole original y la verdad es que estoy muy satisfecho.

Espero que os guste.

Ingredientes (4 raciones):  

1 aguacate maduro, 2 tomates de pera rojos, 1 cebolla morada, 1 cogollo de lechuga, 1 ramillete de perejil, aceite de oliva virgen extra, vinagre de Jerez, 1 limón y sal
 
 
Preparación:

Separamos una por una las hojas del cogollo de lechuga sin romperlas. Las lavamos cuidadosamente bajo el grifo, las escurrimos y las dejamos secar extendidas entre papel absorbente hasta su emplatado.

Pelamos los tomates, les quitamos las semillas y los troceamos en pedazos de 1,5 cm. aproximadamente.

Pelamos la cebolla y la troceamos como para una mirepoix (trozos gruesos de 1,5  cm. e irregulares).

Picamos el perejil de una forma gruesa.

A ultima hora  pelamos y cortamos el aguacate en trozos mas bien gruesos.

Presentación:

Antes de emplatar con un papel de cocina secamos escrupulosamente las hojas de la lechuga una por una.

Las colocamos en una fuente amplia y plana con el hueco hacia arriba y vamos rellenado con los trozos de tomate, cebolla, aguacate y el perejil picado. Escurrimos un limón sobre todo ello, sazonamos al gusto. rociamos una cucharada de vinagre y regamos con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra.

Podremos coger cada trozo de lechuga lleno con las otras verduras y comerlo como si fuese una fajita.

Listo

ALERGENOS: SULFITOS

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