Mi desconocimiento sobre los
ñoquis (gnocchi) hasta ahora ha sido total, había oído nombrarlos, conocía su
utilización, pero nunca los había probado y no sabía realmente que eran; la utilización
en la gastronomía de la zona donde vivo es prácticamente nula.
Al plantearme la elaboración de la
receta que os voy a presentar tuve que informarme sobre los ñoquis y me han
sorprendido varias cosas:
En primer lugar me sorprende que
los ñoquis aparecen frecuentemente bajo los
listados de platos referentes a pasta italiana a pesar de tener
unos ingredientes muy diferentes y de poseer diferente forma de preparación ya
que en su preparación intervienen la patata, harinas y el queso ricota.
Evidentemente nacen en Italia.
En segundo lugar que
esta pasta tiene una implantación muy arraigada en el cono sur de Latinoamérica,
Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile, son países donde los ñoquis son habituales
en la cocina de esos países donde, según las regiones podemos ver sustituir la
patata por batata, plátano, mandioca o yuca, o sémola de trigo.
Es curiosa la tradición de estos países latinoamericanos
de consumir los ñoquis los días 29 de cada mes. La tradición nace de una leyenda que se remonta al siglo
VIII. Vivía entonces en Nicosia (Asia Mayor) un joven médico llamado Pantaleón,
quien, tras convertirse al cristianismo, peregrinó por el norte de Italia. Allí
practicó milagrosas curaciones por las que fue canonizado. Cierta ocasión en
que pidió pan a unos campesinos vénetos, éstos lo invitaron a compartir su
pobre mesa. Agradecido, les anunció un año de pesca y cosechas excelentes. La
profecía se cumplió y otros muchos milagros. San Pantaleón fue consagrado -a la
par de San Marcos- patrono de Venecia. Aquel episodio ocurrió un 29 de julio,
por tal razón se recuerda ese día con una comida sencilla representada por los
ñoquis. El ritual que lo acompaña de poner dinero bajo el plato simboliza el
deseo de nuevas dádivas. Es costumbre dejar un billete debajo del plato para
poder atraer de esta forma suerte y prosperidad al comensal.
Otra versión
mucho más extendida de la historia de por qué se consumen los ñoquis de forma
tradicional el día 29, hace referencia a que esa fecha, al ser uno de los
últimos días del mes, las personas de pocos recursos (las que cobran a
principios de mes su sueldo) no tenían dinero más que para comer lo que
estuviera hecho de las materias primas más baratas.
En esta receta no he realizado yo
los ñoquis, ya os he dicho mi desconocimiento de ellos, los he comprado ya
preparados. Simplemente he querido mostraros con esta receta la combinación que
hacen con las almejas, la cual ha resultado estupenda.
Espero
que os guste.
Ingredientes (4 personas):
300
gramos de ñoquis de patata, ½ kilo de almejas, 1 cebolla, 8 cucharadas de
aceite, perejil, una hoja de laurel, 1 cucharadita de pimentón (mitad dulce,
mitad picante), un vaso de vino blanco seco, 1 cucharada rasa de harina, sal y
1 vaso de agua.
Preparación:
Pelar y picar fina la
cebolla, sazonar.
Lavar y picar el perejil.
Limpiar bien las almejas
para evitar restos de arena (se tienen cubiertas en agua con abundante sal
durante una hora y posteriormente se lavan removiéndolas enérgicamente bajo el
grifo del agua).
Elaboración:
En una cacerola amplia calentamos el aceite y rehogamos la cebolla y el
perejil picado hasta que comiencen a tomar color.
En ese momento añadimos la cucharada de harina y rehogamos hasta que se
dore sin que llegue a tostarse demasiado. Apartamos ahora la cacerola durante
unos momentos del fuego y echamos los pimentones y mezclamos bien con cuidado
de que no se queme.
Volvemos a poner la cacerola en el fuego y regamos el sofrito con el vaso
de vino blanco, añadimos la hojita de laurel y el vaso de agua. Sazonamos.
Dejamos cocer durante 15 minutos y pasado ese tiempo añadimos las almejas
lavadas a la salsa que estamos preparando, damos unas vueltas y tapamos la
cacerola para que se abran las almejas. Cuando estén abiertas rectificamos de
sal si fuese necesario y añadimos algo de agua si vemos la salsa muy espesa.
Cocemos los ñoquis de acuerdo con las instrucciones del fabricante (yo puse
a hervir primero el agua y cuando comenzó la ebullición agregué los ñoquis.
Cuando el agua comenzó a hervir de nuevo deje cocer los ñoquis durante 3
minutos. Aparté y escurrí bien) y los echamos a la cacerola con las almejas mezclándolas
con ellas.
Presentación:
En una fuente o bandeja colocamos el
guiso que hemos preparado y lo colocamos en el centro de la mesa desde donde
los comensales se servirán en sus platos.
Listo.
MARIDAJE
Esta deliciosa
receta incluye almejas, hojas de laurel, cebolla…..
Los sabores de este plato son muy directos, bien definidos y sabrosos. La
proteína del marisco es el protagonista de la receta y aquí nos tenemos que
centrar con la elección del vino. El vino perfecto tiene que ser fresco,
jugoso, crujiente, lleno de notas de frutas cítricas y blancas como Enrique Mendoza Chardonnay.
Este un vino blanco es un vino joven de la D.O. Alicante elaborado por Bodegas
Mendoza con variedad 100% Chardonnay de viñedos situados en el Cabezo de la
Virgen de Villena.Fermentando a bajas temperaturas, permanece en contacto con sus
levaduras y lías hasta su embotellado.
Más sobre este y otros vinos en:
Importante: Tanto
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José Ramón, una buena receta nos sugieres hoy, este plato tiene que estar muy rico. Desconocía toda la historia que nos cuentas sobre los ñoquis, me ha parecido muy interesante. Yo tampoco suelo prepararlos y las pocas veces que los como son comprados y los preparo con alguna salsa.
ResponderEliminarUn saludo.
Todos aprendemos de todos. Gracias.
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