Cuando
comencé a preparar esta receta estaba pensando en realizar un entrante para iniciar
la comida, así lo hicimos y disfrutamos de unos bocados deliciosos. Pero pensé
que también podríamos haber preparado un postre que resultara de lo más
agradable para finalizar la comida.
Y
la verdad es que si realizáis esta receta podréis decidir cómo usarla en cada
momento, con la seguridad de que, de una forma u otra, siempre acertaréis.
Espero
que os guste
Ingredientes (4 personas):
4 brevas, 2 rulos de queso de cabra (200 gr. aprox.), 10
nueces peladas, 1 puñadito de pipas de girasol y miel.
Preparación:
Lavamos las brevas y las
cortamos en rodajas transversales de un cm. de grosor.
Cortamos el queso en rodajas
transversales de un cm. de grosor.
Desmenuzamos la mitad de las
nueces en trocitos más pequeños y machacamos la otra mitad.
Elaboración:
Ponemos en la bandeja del horno, sobre papel vegetal, los trocitos de breva
y sobre cada uno de ellos echamos un chorrito de miel que cubra solo la parte
superior.
Colocamos sobre cada trocito de breva una rodaja de queso de cabra.
Sobre el queso colocamos un poco de nueces desmenuzadas y unas pocas pipas
de girasol.
Volvemos a cubrir cada trocito con un poquito de miel.
Metemos la bandeja en el horno a 170º y horneamos durante 5 minutos.
Pasado ese tiempo, sacamos y dejamos enfriar un poquito.
Presentación:
Colocamos en una fuente los trocitos de
breva y queso y espolvoreamos sobre la misma las nueces que habíamos machacado.
Listo.
Importante: Tanto
el texto como las imágenes publicadas en este blog están protegidas bajo
una licencia
Podemos perdonar fácilmente a un niño que tiene miedo de la oscuridad; la verdadera tragedia de la vida es cuando los hombres tienen miedo de la luz (Platón)
Que delicia, yo me apunto.Bssss
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