El
apfelstrudel o strudel de manzana es un postre típico de la cocina austriaca y
del sur de Alemania cuyos orígenes pueden remontarse a la cocina árabe.
Podemos
hacer nosotros mismos la pasta que envuelve la manzana, pero en esta ocasión he
optado por utilizar la opción más sencilla de usar pasta filo ya preparada, que
para quienes no tenemos gran experiencia es una buena opción.
El
relleno de esta pasta siempre es manzana, pasas, azúcar y canela; a partir de aquí
podemos incorporar todo lo que se nos pueda ocurrir para aromatizar este
postre. Podemos utilizar ron para aromatizar las pasas, piñones, nueces o
almendras….o cambiar las uvas pasas por ciruelas pasas u orejones. La verdad es
que tenemos muchas opciones. Las mías en esta receta, después de ver varias,
han sido incorporar semillas de sésamo y unos trocitos de una especie de
gominolas de jengibre que encontré en el mercado y que no sabía cómo utilizar. Este
elemento da un sabor muy fuerte, picante, pero muy rico, por lo que tenemos que
tener cuidado en la cantidad que utilizamos.
Hemos
empleado para acompañar este postre un helado de vainilla, como es habitual en
su lugar de origen, que encontré en el mercado y que llevaba unos trocitos de
nueces de macadamia que ha resultado estupendo.
Espero
que os guste.
Ingredientes (para 4 raciones):
4
manzanas Golden, 100 gramos de azúcar, 50 gramos de uvas pasas, 4 hojas de
pasta filo, ½ limón, 1 cucharadita de canela en polvo, 1 cucharadita de sésamo,
1 cucharadita de gominolas de jengibre y una nuez de mantequilla.
Preparación:
Pelamos las manzanas y troceamos en cuadraditos de 1x1 aproximadamente. Rociamos
con zumo de limón y reservamos.
Troceamos las gominolas de jengibre en trocitos muy pequeños.
Derretimos la mantequilla.
Elaboración:
Estiramos las hojas de pasta filo sobre la mesa de trabajo y ponemos en un
extremo de la pasta una buena cucharada de trozos de manzana, una pizca de
sésamo, un poquito de canela, una pizca de jengibre y unas uvas pasas.
Cerramos la pasta filo formando una especie de canelones y los pintamos con
la mantequilla que tenemos derretida.
Echamos sobre estos canelones unos granos de sésamo e introducimos en el
horno a 180º durante 20 minutos.
Presentación:
Acompañamos los strudel con unas
bolitas de helado de vainilla o con alguna crema de vainilla.
Listo.
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