Una de las cosas de las que más
suelo disfrutar cuando realizo un viaje de placer es de la gastronomía de los
sitios que visito. Intento probar los platos típicos y los productos habituales
de la zona y siempre intento asimilar recetas y propuestas que me llaman la
atención. En esta ocasión hace unas semanas estuve visitando con unos amigos la
zona de la Navarra pirenaica y San Sebastián y sus alrededores. Todos sabemos
de la tradición gastronómica, de los grandes cocineros que difunden sus
conocimientos por todos lados, de los platós típicos basados en productos
extraordinarios, carnes, pescados, quesos; las tapas, una costumbre de
disfrutar de la comida de una forma alegre y divertida.
Algo que me llamó la atención esta
vez fueron unas torrijas que nos presentaron como postre en un par de sitios.
Las encontré muy sabrosas y me propuse intentar conseguir la textura y el sabor
de las torrijas que nos ofrecieron.
No se consigue a la primera, sobre
todo si no se tiene experiencia en este postre, pero creo que voy por buen
camino.
Espero
que os guste.
Ingredientes:
½
litro de leche, ½ barra de pan (6 rebanadas), 2 huevos, 100 gr. de harina, 150
gr. de azúcar, 1 cucharadita de canela en polvo, la piel de una naranja, aceite
de oliva.
Preparación:
Cortamos el pan en rebanadas
de 1 ½ cm. de grosor.
Batimos los huevos como para
tortilla.
Pelamos una naranja y
reservamos la piel bien limpia.
Elaboración:
Calentamos la leche en un cazo junto con la piel de naranja. Cuando
comience a hervir añadimos 100 gr. de azúcar y removemos sin parar a fuego
lento hasta que el azúcar se disuelva bien.
Ponemos las rebanadas de pan en una fuente honda y vertemos la leche
caliente sobre ellas. Las dejamos en reposo durante una hora para que el pan
empape bien la leche.
Pasado ese tiempo, con cuidado, vamos enharinando las rebanadas colocando
previamente la harina en un plato llano dando unas vueltas al pan sobre ella.
Pasamos enseguida al plato donde tenemos el huevo batido y las empapamos
bien.
Antes habríamos puesto a calentar en una sartén abundante aceite de oliva.
Cuando esté caliente vamos friendo las rebanadas de pan ya rebozadas. Cuando
estén doraditas vamos sacando colocándolas en una fuente. Espolvoreamos sobre
ellas el resto de azúcar y la cucharadita de canela.
Presentación:
Serviremos calientes y presentaremos
según nuestro parecer. En esta ocasión pusimos 2 rebanadas en cada plato y se
acompañaron con una cucharada de helado de vainilla praliné con nueces, un
barquillo de chocolate y un palito de chocolate. Una combinación muy rica, pero
podemos utilizar otros productos y combinaciones que por nuestros gustos nos
parezcan mas apropiados.
Listo.
Importante: Tanto
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una licencia
Hummmmmmmmm excelente, probare hacerlas.
ResponderEliminarGracias, espero que te gusten.
EliminarLa arina sobra en vez de eso hechas un poco de ron quemado en la leche medclado con la naranja le da un buen sabor hacer la prueba ⚘
ResponderEliminarHay recetas con harina y sin harina, en cada sitio, o cada uno personalmente, tienen su forma de preparar el rebozado. Es una buena opción el aromatizarlas con ron pero también podremos usar otros ingredientes, Pedro Ximenez, Oporto, estrellas de anís, vainilla..., o incluso solo utilizar la piel de naranja. Siempre tendremos opción de probar nuevos sabores y opción de aprender de nuevos consejos. Gracias por tu aportación.
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