Estamos en la temporada de la calabaza y debemos aprovechar para realizar elaboraciones con este fruto.
He querido buscar nuevas recetas y he encontrado esta que os voy mostrar que es de origen italiano, concretamente de Sicilia. En la receta original la presentan como ensalada, pero aunque puede ser así yo creo que nos puede servir mejor como un aperitivo acompañada de unas tostadas, o incluso como un postre.
En cualquier caso nos vamos a encontrar con unos sabores inesperados que nos van a deleitar el paladar y con los que vamos a disfrutar de una forma diferente de la calabaza.
Muy fácil de preparar, a penas nos va a llevar media hora, donde lo mas pesado va a ser pelar y cortar la calabaza.
Espero que os guste.
Ingredientes (para 4 personas):
400 gr. de pulpa de calabaza limpia, 50 gr. de azúcar moreno, 2 dientes de ajo, 3 cucharadas de hojas de hierbabuena picada, 3-4 cucharadas de aceite de oliva virgen, 3 cucharadas de vinagre de vino tinto, sal y pimienta negra molida.
Preparación:
Pelamos la calabaza y la cortamos en láminas de unos 8 cm. de largo, 3 cm. de fondo y 0'5 cm. de grosor.
Pelamos los dientes de ajo.
Picamos fino las hojas de hierba buena.
Elaboración:
Calentamos el aceite en una sartén y freímos en el los dientes de ajo a fuego suave hasta que estén dorados. Quitamos de la sartén y desechamos.
Subimos un poco la intensidad del fuego y en ese mismo aceite comenzamos a freír las láminas de calabaza hasta que comiencen a dorase. Pinchamos las láminas para comprobar que están bien hechas y apartamos a una fuente de servicio. Esta fritura va a ser muy rápida, en apenas 30 segundos las podremos tener listas. Conviene hacer en tandas para no llenar demasiado la sartén y podamos manipularlas bien.
Sobre las láminas fritas que hemos sacado espolvoreamos la hierbabuena picada y reservamos.
Al aceite en el que hemos frito la calabaza añadimos las 3 cucharadas de vinagre, el azúcar moreno, un poquito de sal y otro de pimienta. Hervimos esta mezcla a fuego muy vivo y cuando comience a espesar ligeramente apartamos del fuego. Vertemos este líquido sobre la calabaza que hemos reservado.
Dejamos enfriar y reposar durante algún tiempo, cuanto más mejor. En el frigorífico este plato se conserva perfectamente durante varios días.
Presentación:
Presentamos en un plato grande y si queremos podemos adornar con unas hojas de hierbabuena.
Como he dicho, como aperitivo este plato está delicioso por lo que podemos acompañar el mismo con unas tostadas.
Listo.
ALERGENOS:
SULFITOS
En tiempos de corrupción es cuando más leyes se dan (Etienne Bonnot de Condillac)
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