Quería
preparar de nuevo una receta de un postre. Hace unas semanas que había visto
esta receta y me propuse hacerla. No había probado nunca esta forma de preparar las peras y quería
ver que tal resultaba.
La
experiencia ha resultado extraordinaria; mientras se cocían la cocina se
impregnó de una aroma muy agradable que se mantuvo todo el tiempo que
estuvieron en reposo; cuando probé la crema de queso resultó con un sabor
increíble y cuando se sirvió en la mesa en un principio, por el aspecto de las peras con este color del
vino, creó un poco de incertidumbre,
incertidumbre que desapareció en el momento en que se tomó el primer bocado transformándose
en una admiración unánime de todos. La combinación de las peras, tiernas, con
un sabor a canela insuperable, la crema de queso, suave, dulce, el almíbar,
meloso, acrecentando y mezclando todos los sabores, ha resultado impresionante.
Todo un éxito.
Además,
como podréis comprobar leyendo la receta, su elaboración es muy sencilla, y
aunque se necesita tiempo para conseguir el sabor tan especial, esto no es óbice
para que nos incomode al realizar el resto de los platos de la comida. Es
cuestión de organización.
Nos
ha gustado mucho.
Ingredientes (para 4 personas):
4
peras (en este caso utilicé del tipo “conferencia”) maduras pero firmes, 1
botella de vino tinto (del Penedés), 1 vaso de azúcar, 4 palos de canela. Para
el relleno: 1 tarrina pequeña de queso cremoso tipo Philadelphia, 1 vaso pequeño de nata liquida, 4 cucharadas de azúcar y un chorro de coñac.
Preparación:
Se
vacían los centros de las peras con un descorazonador. Se pelan dejando los
rabos.
Elaboración:
En una cazuela lo suficientemente
grande para que cojan las cuatro peras echamos la botella de vino y el vaso de azúcar.
Removemos para disolver el azúcar. Incorporar los cuatro palos de canela.
Ponemos a cocer el vino. Cuando
comience a hervir incorporamos las peras y cocemos durante quince minutos a
fuego no muy fuerte con la cazuela destapada llevando cuidado de que no se deshagan
las peras y cubriéndolas bien con el vino para que cojan color de forma homogénea.
Pasado este tiempo apagar el fuego y
dejarlas en el almíbar durante unas horas (yo las tuve durante toda la noche)
para que se impregnen bien del sabor del vino almibarado.
Cuando vayamos a preparar este postre
sacamos y escurrimos bien las peras.
Una vez retiradas las peras ponemos el vino a reducir a fuego
vivo.
Para el relleno:
En un bol batimos el queso con las 4
cucharadas de azúcar, añadimos el chorrito de coñac y la nata y seguimos
batiendo hasta obtener la textura deseada.
Presentación:
Ponemos la crema de queso en una manga
pastelera y rellenamos el centro de las peras.
En los platos colocamos las peras
rellenas, una cucharada aparte de la crema de queso y el almíbar de vino que
hemos reducido. Podemos adornar con los palos de canela utilizados en su
cocción y unas ramitas de menta.
Importante: Tanto
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que postre tan delicioso! nunca he probado las peras al vino pero seguro que el sabor es delicioso.. y ese relleno.. mmm que rico!
ResponderEliminarun beso!
http://elbauldelasdelicias.blogspot.com.es/
Toda una sorpresa. Unos sabores exquisitos, nos gustó mucho.
EliminarDeliciosooo
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