BROCHETAS DE DULCE DE MEMBRILLO, QUESO Y JAMON DE PATO

Salir de la monotonía en la preparación de aperitivos es algo que ayuda a conseguir una comida amena y extraordinaria con los amigos o con la familia. La sorpresa que causa la utilización de algún producto no habitual en los aperitivos y el degustar unos sabores inesperados en este momento de la comida hace que todos los comensales se impliquen, con sus comentarios, observaciones, logros, o experiencias particulares en disfrutar de la comida, y sobre todo, se despierta un interés por el próximo plato que se servirá. Esto contribuye a un probable éxito de la reunión que se está celebrando.

Por otro lado, como habréis comprobado, los productos que se utilizan no son nada sofisticados. Podemos encontrarlos en el mercado y en cualquier tienda de al lado de nuestra casa. No es necesario que sean productos sofisticados para conseguir un resultado extraordinario.

Espero que os guste…….. (por lo menos la idea).



INGREDIENTES:

3 lonchas finas de dulce de membrillo (del tamaño de un sándwich), dos lonchas de queso (podéis usar el que más os guste) en esta ocasión se utilizó camembert y queso de cabra, unas lonchas de jamón de pato, unos tomates cherry, unos pistachos, dos o tres rebanaditas finas de pan, sal ahumada y brochetas o palillos largos. (Se puede sustituir el jamón de pato por cualquier otro embutido, cecina, lomo, etc.)


PREPARACIÓN:

-Sobre una superficie adecuada, se coloca una loncha de dulce de membrillo, sobre ella una loncha de queso, otra de dulce de membrillo, nuevamente otra loncha de queso y por último la de dulce de membrillo que nos queda.

-Con un cuchillo adecuado se cortan en cuadraditos de 1’5 cm. x 1’5 cm. aproximadamente.

-En cada brocheta o palillo se inserta una loncha de jamón de pato y medio tomate cherry.

-Seguidamente se atraviesa cada cuadradito del dulce de membrillo y queso con una brocheta que hemos preparado con el jamón de pato y el tomate cherry.

-Se pican los pistachos en trocitos pequeños.

-Se tuestan las rebanadas de pan en el horno o en una asadora con cuidado que no se quemen. Cuando estén tostadas se machacan en un mortero hasta obtener pan rallado. (se puede comprar el pan ya rallado, pero parece que si lo hacemos es más natural).

-Se ponen las brochetas en los platos donde se van a servir y se espolvorean con los pistachos picados, la sal y el pan rallado.



Receta sacada del libro “Aperitivos y entrantes” de Iker Erauzkin distribuido por  Círculo de Lectores.


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