La receta de este domingo está dedicada a un fruto, la papaya, que es la primera vez que lo utilizo por lo que es un ejercicio de prueba, enseñanza y comprobación de posibilidades organolépticas.
La papaya es un fruto de origen Centroamericano, principalmente de la República Dominicana donde es un fruto nativo y también en México aunque actualmente se cultiva en casi toda América y en muchos países de otros continentes.
La papaya es conocida como fruta de consumo tanto en forma directa como en jugos y dulces y es muy apreciada por sus propiedades nutritivas y su delicado sabor. Es ideal para regímenes, protege la piel y el cabello y tiene, entre otras propiedades saludables un bajo contenido calórico.
El fruto es usualmente consumido en crudo sin su piel ni semillas, aunque según en que lugares tiene otras posibilidades de elaboración.
En esta ocasión, por ser la primera vez, he seguido su uso habitual y he preparado un postre combinando su carne con yogur griego y miel y con otras frutas y he añadido también otro producto que no había utilizado hasta ahora como es la granola (una combinación de copos de avena, frutos de cascara y miel y semillas de girasol y calabaza) y el resultado ha sido muy agradable, con un sabor muy suave y refrescante.
Espero que os guste.
Podemos perdonar fácilmente a un niño que tiene miedo de la oscuridad; la verdadera tragedia de la vida es cuando los hombres tienen miedo de la luz (Platón)
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