Hacía mucho tiempo que no preparaba en casa este frito y la verdad es que lo echaba de menos, pero por unas circunstancias u otras siempre se quedaba en intento. Esta es una de esas recetas que se disfruta especialmente en la familia. Un buen trozo de pan, y acompañado de una tortilla de patatas, un huevo frito o un huevo poché y no se puede parar hasta que los platos queden bien limpios, no hace falta ni lavarlos.
Es todo muy sencillo, los ingredientes no tienen nada de especial y las elaboraciones son sin ninguna complicación, así es que no tenemos excusa para prepararnos este plato que seguro que os va a encantar.
Ingredientes (4 raciones):
1 kg. de calamares, 500 gr. de tomate, 1 cebolla, 2 dientes de ajo, 1/2 vaso de vino blanco, 1/2 vaso de caldo de pescado, 1 cucharada de tomate concentrado, aceite de oliva, 1 pizca de eneldo, 1 pizca de tomillo y sal.
Preparación:
Limpiamos los calamares y los troceamos en anillas. Sazonamos.
Rallamos el tomate (podemos utilizar tomate en conserva triturado.). Sazonamos.
Picamos la cebolla (podemos hacerlo en brunoisse o en juliana.). Sazonamos.
Picamos los ajos.
Elaboración:
En una sartén con aceite de oliva pochamos la cebolla y el ajo picado hasta que cambie el color y quede transparente.
Añadimos entonces los calamares y añadimos el eneldo. Seguimos friendo y los calamares comienzan a soltar agua. Cuando esta se haya consumido añadimos el vino y damos un hervor para que pierda el alcohol.
Echamos entonces el tomate y damos unas vueltas, sofreímos durante un par de minutos e incorporamos la cucharada de tomate concentrado y una pizca de tomillo. Seguimos sofriendo y añadimos el caldo de pescado. Tapamos la sartén o cacerola y cocemos a fuego no demasiado fuerte hasta que se consuma todo el caldo.
Llegado ese momento la elaboración habrá finalizado y podremos servir.
Presentación:
El frito se ha de servir preferiblemente caliente. Servimos en los platos y podremos acompañar con un huevo frito, un huevo poché o un trocito de tortilla de patatas.
Listo.
MOLUSCOS, SULFITOS, APIO, (HUEVO)
Podemos perdonar fácilmente a un niño que tiene miedo de la oscuridad; la verdadera tragedia de la vida es cuando los hombres tienen miedo de la luz (Platón)
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