Curiosa la realización de esta receta con fresas por el ingrediente de la maceración de las mismas. Pero la verdad es que ha resultado un postre estupendo pudiendo disfrutar de las fresas en un plano algo distinto de lo habitual.
La elaboración es muy fácil, prácticamente solo tenemos que mezclar y esperar un tiempo para que la fruta recoja todos los sabores.
Este ingrediente del que hablamos es ni más ni menos que el vinagre balsámico, de Módena o de Jerez, de buena calidad con el que vamos a empapar las fresas y dejar macerar durante unas horas en el frigorífico.
Vamos a añadir también un poco de pimienta negra molida y unas hojitas de hierbabuena, y vamos a completar el postre al final con una base de un queso tipo mascarpone.
Riquísima la combinación.
Espero que os guste.
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