Esta semana en la visita al supermercado me llamó la atención al pasar por la sección de cocinados, 6ª gama, un producto que hacía algún tiempo que quería haber utilizado, se trataba de un codillo de cerdo al horno. Estaba envasado al vacío y según se indicaba en la etiqueta estaba pasteurizado.
Hace unos días participé en un debate en un grupo de Facebook en el que preguntaban sobre que se pensaba sobre la oferta en los supermercados de productos cocinados. Muchísima gente renegaba con fuerza de estos productos, que si nos querían envenenar con tantos conservantes y productos que incorporan a los alimentos, que si no tenían el sabor adecuado, que como lo que uno cocina no hay nada, otros que pasaban de largo por esta sección sin prestar ninguna atención..... en fin no parecían muy populares.
Yo no soy de estas opiniones y creo que hoy en día debemos prestar atención a esta gama de productos por diversos motivos. En primer lugar porque las técnicas de conservación y de cocción han evolucionado considerablemente en estos últimos años, la conservación al vacío, la pasteurización, los controles de temperaturas realizados en el propio origen y la logística han permitido ir sustituyendo gran parte de productos conservantes y sean lo más "naturales" posibles; las técnicas de cocción con la aparición de la cocción al vacío ha permitido conseguir unos sabores excepcionales que no tienen nada que envidiar a las elaboraciones caseras y a las de restaurantes de cierto postín. En segundo lugar pienso que siempre hay gente que no quiere, no puede, no sabe, o simplemente que no se pone a encender los fogones para una o dos raciones, que estas ofertas les puede venir muy bien en su día a día ya que además tienen unos precios bastante interesantes. Y en tercer lugar, a los que nos gusta cocinar, estos productos nos ofrecen muchas posibilidades a la hora de preparar nuestros platos ya que no se trata de ponerlos en el plato tal cual, sino que podemos reelaborarlos a nuestro gusto incorporándolos a nuestras recetas y ahorrarnos pasos que a veces resultan bastante engorrosos.
Este es el caso de este codillo de cerdo, viene ya precocinado pero nos puede servir para realizar infinidad de elaboraciones distintas implantando nuestro sello personal. En esta ocasión, era una prueba, he realizado una receta muy sencilla que en casa ha gustado muchísimo.
Espero que os guste.
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