CODILLO DE CERDO AL HORNO CON PATATAS Y CEBOLLA

Esta semana en la visita al supermercado me llamó la atención al pasar por la sección de cocinados, 6ª gama, un producto que hacía algún tiempo que quería haber utilizado, se trataba de un codillo de cerdo al horno. Estaba envasado al vacío y según se indicaba en la etiqueta estaba pasteurizado.

Hace unos días participé en un debate en un grupo de Facebook en el que preguntaban sobre que se pensaba sobre la oferta en los supermercados de productos cocinados. Muchísima gente renegaba con fuerza de estos productos, que si nos querían envenenar con tantos conservantes y productos que incorporan a los alimentos, que si no tenían el sabor adecuado, que como lo que uno cocina no hay nada, otros que pasaban de largo por esta sección sin prestar ninguna atención..... en fin no parecían muy populares.

Yo no soy de estas opiniones y creo que hoy en día debemos prestar atención a esta gama de productos por diversos motivos. En primer lugar porque las técnicas de conservación y de cocción han evolucionado considerablemente en estos últimos años, la conservación al vacío, la pasteurización, los controles de temperaturas realizados en el propio origen y la logística han permitido ir sustituyendo gran parte de productos conservantes y sean lo más "naturales" posibles; las técnicas de cocción con la aparición de la cocción al vacío ha permitido conseguir unos sabores excepcionales que no tienen nada que envidiar a las elaboraciones caseras y a las de restaurantes de cierto postín. En segundo lugar pienso que siempre hay gente que no quiere, no puede, no sabe, o simplemente que no se pone a encender los fogones para una o dos raciones, que estas ofertas les puede venir muy bien en su día a día ya que además tienen unos precios bastante interesantes. Y en tercer lugar, a los que nos gusta cocinar, estos productos nos ofrecen muchas posibilidades a la hora de preparar nuestros platos ya que no se trata de ponerlos en el plato tal cual, sino que podemos reelaborarlos a nuestro gusto incorporándolos a nuestras recetas y ahorrarnos pasos que a veces resultan bastante engorrosos.

Este es el caso de este codillo de cerdo, viene ya precocinado pero nos puede servir para realizar infinidad de elaboraciones distintas implantando nuestro sello personal. En esta ocasión, era una prueba, he realizado una receta muy sencilla que en casa ha gustado muchísimo.

Espero que os guste.

Ingredientes (4 raciones):


1 codillo precocido (800 gr. a 1 kg. aprox.), 2 o 3 patatas, 1 cebolla, 2 tomates maduros, 4 pimientos del piquillo naturales, 1 diente de ajo, 1 cucharadita de hierbas provenzales, 1 cucharadita de pimienta negra molida, 1/2 vaso de vino blanco seco , 1 vaso de caldo de pollo, 1 cucharadita de harina de maíz,  aceite de oliva y sal.


Preparación:


Abrimos el envase del codillo. En esta ocasión venía partido en dos mitades.

Pelamos las patatas y las troceamos en medallones finos (1/2 cm.).

Pelamos, la cebolla y la cortamos también en medallones finos.
 
Rallamos los tomates.

Limpiamos de semillas los pimientos.

Pelamos el ajo y lo cortamos en láminas.


Elaboración:

En un bol mezclamos las patatas escurridas, el tomate rallado, la cucharadita de hierbas provenzales, la cucharadita de pimienta negra, un poquito de sal, el ajo fileteado y un chorrito de aceite de oliva. Mezclamos todo bien.

Untamos la bandeja del horno o el recipiente que vallamos a utilizar con un poquito de aceite de oliva. Ponemos una capa con los medallones de cebolla e incorporamos la mezcla que hemos hecho con las patatas y los pimientos. Distribuimos bien por toda la superficie. Sobre todo ello ponemos los trozos de codillo enteros y añadimos un chorreón de aceite de oliva, el medio vaso de vino blanco y el vaso de caldo de pollo.

Precalentamos el horno a 180-190º  y metemos la bandeja en el. Horneamos durante unos 30 minutos aproximadamente vigilando de vez en cuando para controlar la cocción. Si vemos que las patatas se nos van a tostar demasiado podemos tapar la bandeja con papel de aluminio. Independientemente del tiempo indicado cuando las patatas estén tiernas podemos sacar la bandeja. 

Una vez que se haya enfriado un poquito apartamos en una bandeja el codillo, en otra las patatas, la cebolla y los pimientos y recogemos el jugo resultante de la cocción en un cazo.

Ponemos el cazo en el fuego y diluimos en el la cucharadita de harina de maíz y espesamos. Apartamos del fuego cuando consigamos el espesor deseado. Mientras vamos desmenuzando lo más posible la carne del codillo quitando el hueso 

Presentación:


En cada plato ponemos una cama de patatas y cebolla. Sobre ellas ponemos un par de cucharadas de la carne desmenuzada y sobre ella un pimiento. Bañamos todo con un poquito del caldo que hemos espesado.
 
Listo.

ALERGENOS: SULFITOS, APIO, TRAZAS DE LÁCTEOS.


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