El solomillo de cerdo es una carne que podemos adaptar a muchísimas elaboraciones, muy fácil de conseguir, con diversas calidades y precios y que es muy socorrido en casa para su utilización en menús semanales que podamos ofrecer a la familia, por su precio que por lo general es bastante asequible, por su diversidad a la hora de presentarlo con cocciones siempre distintas, por su sabor y también porque no es demasiado complicado de manejar.
La única precaución que debemos de tener es que la carne no nos tiene que quedar demasiado seca por lo que siempre con esta carne deberemos de vigilar los tiempos de la cocción que en cada una de las distintas elaboraciones realicemos. En esta receta el solomillo se va a elaborar entero haciendo en primer lugar un marcado ligero para conseguir sellar la carne y retener todos sus jugos y después, una vez preparado, lo hemos horneado a una temperatura no demasiado fuerte y por un tiempo mas bien corto.
En esta ocasión lo he acompañado de una guarnición de brócoli que he aliñado con una vinagreta dulce. Decir también que el tratamiento térmico del brócoli debe realizarse de una manera adecuada para conseguir preservar toda su cualidad de sabor, textura y nutricional por lo que lo ideal sería realizar una cocción al vapor durante no más de 5 minutos y posteriormente cortar la cocción lo más rápido posible.
Una receta muy sabrosa, agradable y sencilla. Espero que os guste.
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