Vuelvo
a las recetas tradicionales de mi comarca. De nuevo el arroz como protagonista
como buenos levantinos, y de nuevo las cosas sencillas y económicas que
imperaban en la filosofía de la huerta y en la necesidad de subsistir en una época
anterior que no era fácil mantener a una familia (¿Cómo ahora?).
El que se utilicen ingredientes
económicos, el que su elaboración sea sencilla no quiere decir que no se pueda
conseguir un plato de extraordinario sabor, consiguiendo un caldo insuperable y
rematado por el toque final de la utilización sorprendente en un plato de este
tipo de la hierbabuena, que da un aroma inigualable al comerlo.
Sabiduría de nuestros mayores para aprovechar
los recursos disponibles en cada zona y crear unos sabores maravillosos que no
debemos olvidar.
Espero que os guste.
Ingredientes (para 4
personas):
Una gallina pequeña troceada, un
hueso de cerdo, un hueso de ternera, 2 costillejas de cerdo, 1 trozo pequeño de
tocino fresco, 4 morcillas de cebolla, 1 vaso de arroz (250 gr.), 150 gr. de
garbanzos, 1 hoja de apio, 1 nabo, 1 cucharadita de hierbabuena, sal y
colorante alimentario.
(Perdonar que no defina la cantidad
de la carne de una forma más exacta, pues es costumbre pedirla en la carnicería
así “Ponme un huesecico de cerdo, otro de
ternera y una gallina pequeñica para hacer un caldo”)
Preparación:
La noche anterior se ponen a remojo los garbanzos en agua.
Se lava la carne troceada.
Se corta la hoja de apio en trozos.
Se pelan las patatas y el nabo y se lavan
bien. Las patatas si son muy grandes se trocean en pedazos más pequeños.
Elaboración:
Esta receta se ha realizado en una
olla a presión.
En la olla se echan toda la carne, el
tocino, los garbanzos, el apio, las patatas, el nabo, se cubre con agua (entre 1
½ y 2 litros), se sazona y se echa un poco de colorante.
Se pone al fuego y cocinar durante 30
minutos. Pasado este tiempo se aparta y cuando salga toda la presión se abre.
Ya abierta, se vuelve a poner al
fuego y se incorpora el arroz, las morcillas y la hierbabuena, se prueba de sal
y se deja hervir durante 15 o 20 minutos, hasta que el arroz esté en su punto.
En ese momento se aparta y se deja
reposar.
El nabo se echa para dar sabor, por
lo que normalmente se desecha al finalizar.
Se pasa a los platos y se deja que el
guiso se enfríe otro poco. Para mi es mejor que se sirva un poco frío, ya que
así se puede saborear mejor.
Listo
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Que facil parece, tendré que probarla!
ResponderEliminarUn beso,
Nika
http://eldenika.blogspot.com
Y nosotros pensando en qué hacer de comer mañana. Por supuesto, un arroz clarico. Muy buena pinta, sí señor. Saludos
ResponderEliminarSe puede hacer con los restos del cocido?
ResponderEliminarTradicionalmente no es un plato de aprovechamiento. Yo no lo haría, máxime cuando es tan sencilla su elaboración, hay sabores distintos.
Eliminarcada semana la hago en casa... y lo que me queda nos lo comemos al día siguiente, porque, aunque el arroz está pasaico, caliente, está espeso y sabe muy bien... un diez de receta
EliminarMe gusta se ve rico .mmm pero no me gusta las morcillas .Gracias
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir la sabiduría culinaria de nuestras Vega.
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