Una noche fuimos a cenar a un sitio típico en el casco antiguo, “zona Dos Viños”. Era una calle, estrecha, en donde todo eran bares. La oferta estrella era el típico pulpo a la gallega y mejillones. Entramos en uno de estos establecimientos, era un sitio pequeño, no había sitio para mesas con una barra repleta de tapas de todo tipo. Esto era el paraíso de las tapas, nos costó mucho decidir cuál de ellas escoger. Esta que os presento fue una de las elegidas. Muy sencilla y muy sabrosa.
INGREDIENTES:
Pan, lonchas de jamón, 250 gr. de setas, 10 o 12 ajos tiernos, aceite y sal.
Se limpian las setas y los ajos tiernos. Salar.
En una sartén con un poco de aceite se fríen las setas y los ajos tiernos, dejar que las setas tiren toda el agua y se queden un poco tostaditas.
Cortar unas rebanadas de pan de unos 2 cm. de grosor.
Calentar el pan en el horno.
Sobre las rebanadas de pan poner una loncha de jamón, unos trozos de setas y ajos tiernos.
Servir calentito.
La tapa esta presentada en un plato de cerámica de Sargadelos, típica de Galicia.
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Podemos perdonar fácilmente a un niño que tiene miedo de la oscuridad; la verdadera tragedia de la vida es cuando los hombres tienen miedo de la luz (Platón)
Jose Ramon que delicia de tapa!!!! tengo que probarla:)
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