Los domingos cocino yo, pero los
demás días de la semana, y eso si que tiene mérito, cocina mi mujer, Fina.
No reconocemos suficientemente esta
labor, consideramos que es algo que se supone que tiene que estar, venimos del
trabajo, o de los estudios y nos encontramos con la mesa puesta y la comida
lista. Nunca pensamos todo el proceso que se ha tenido que desarrollar, la
planificación de toda la semana, la compra de los productos, el ajuste del
presupuesto, los gustos de cada miembro de la familia, la elaboración cada día
de la comida junto con las demás tareas, domesticas o laborales, que esté a
punto en su momento……., y sin embargo siempre surge algún reproche, “otra vez
has hecho esto?”, “sabes que a mí no me gusta con esta carne”, “ hoy te ha
salido un poco salado”, etc., etc., etc…. Si sale perfecto, nos callamos y rara
vez la felicitamos. Creo que en todas las familias ocurre algo por el estilo.
Con el paso del tiempo vamos, poco a
poco reconociendo esta labor que realizan nuestras madres, poco a poco vamos
sintiendo nostalgia de las comidas que nos hacia nuestra madre cuando éramos más
pequeños, poco a poco vamos encontrando exquisitas aquellas comidas que no
queríamos ni ver cuando éramos unos críos, poco a poco, cuando ya no pueden
realizar esta tarea, nos damos cuenta que nuestra madre era la mejor cocinera
del mundo. Creo que en todas las familias ocurre algo por el estilo.
Esta semana, Fina nos hizo un plato
de nuestra comarca, sencillo, económico y digno del mejor chef, la Olla Viuda,
un plato que recoge la sabiduría de nuestras abuelas, que supieron aprovechar
los productos de nuestra tierra para alimentar a sus familias cuando no se
podía acceder a tantos productos como hacemos ahora.
En alguna ocasión oí que la Olla
Viuda debe su nombre a que en una época de escasez se intentaba hacer un
cocido, pero no había suficiente carne para realizarlo, “la olla estaba viuda”.
Verdad o no, lo cierto que este plato ha adquirido identidad propia y, a mi
entender, no tiene que envidiar nada a un cocido.
Fina espera que os guste y que se
reconozca la labor de todas las madres que cocinan con todo su empeño y cariño
para su familia todos los días del año.
OLLA VIUDA
INGREDIENTES:
½ Kg. de garbanzos, 2 costillejas partidos en trozos (4 o 6), 4 morcillas de cebolla un poco secas para que no se rompan al guisar, 250 gr. de judías (bachoquetas), 1 cebolla, 2 tomates, 1 chirivía, 4 alcachofas, 3 o cuatro patatas, 1 cucharada de pimentón dulce, 2 o 3 cucharadas de harina, aceite y sal.
-Se trocean las judías.
-Se rayan la cebolla y los tomates.
-Se pelan la chirivía.
-Se pelan las alcachofas dejando los corazones.
-Se pelan las patatas y se trocean si son grandes. Si son pequeñas no hace falta.
En una sartén, con un poco de aceite se sofríe la cebolla y el tomate. Cuando esté bien sofrito se añade el pimentón y la harina. Se remueve bien y enseguida se echa a la olla.
Se tapa la olla y se deja hervir durante una media hora aproximadamente.
Pasado este tiempo, se apaga el fuego y se abre la olla, se incorporan las morcillas y se sigue cociendo hasta que se consuma un poco el caldo.
Apagar el fuego y servir.
Una receta estupenda, me gustan mucho estos guisos y los garbanzos mas.
ResponderEliminarMmmmm... gracias por esta receta. Es mi plato favorito, sobre todo cuando lo cocinaba mi abuela. Qué recuerdos!!! Felicidades por este blog.
ResponderEliminarGracias a ti.
ResponderEliminarque buena pinta tiene pienso hacerla. gracias
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